La línea de crédito revolvente firmada por tres mil millones de dólares, es un instrumento financiero novedoso para la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), obra que atenderá los requerimientos de conectividad y comunicación de la capital de la República, aseguró el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza.

 

El crédito fue firmado por el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) e instituciones financieras y crediticias de talla internacional y será un importante impulsor para lograr el proyecto de infraestructura más relevante en las últimas décadas en el país y uno de los mayores de su tipo en el mundo.

 

“Es la línea de crédito más grande en la historia de financiamientos sindicados para un proyecto en América Latina, y esta operación financiera establecerá un importante precedente para otros proyectos de infraestructura en nuestro país”, puntualizó el titular de la SCT.

 

Con este tipo de financiamientos se ratifica que una política económica responsable y la colaboración entre los sectores público y privado, fortalece la confianza de los inversionistas en el país, así como sus proyectos de desarrollo. Además, se permitirá reducir las presiones en el gasto público y se contribuirá a impulsar las grandes obras de infraestructura que requiere el país.

 

En la firma del Crédito Revolvente participaron instituciones financieras y de crédito: Banamex Citi, HSBC, JP Morgan, Santander, BBVA, Scotiabank, Inbursa, Bank of Tokyo, Credit Agricole, Mizuho, Sumitomo, ING y Sabadell.

 

Ruiz Esparza aclaró que la SCT mantiene una política de comunicación abierta y transparente, para que la ciudadanía esté debidamente informada sobre cada una de las etapas de este proyecto, y a través de la página www.sct.gob.mx se puede acceder al portal de la política de transparencia, legalidad y rendición de cuentas.

 

Este ejercicio de apertura se complementa con el acuerdo suscrito con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), mediante el cual se incorporan prácticas internacionales en materia de transparencia en las distintas licitaciones y contrataciones, finalizó.

 

 

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