En el interior del cuerpo producen una toxina o veneno llamada “Toxina Tetanospasmina”, que es capaz de llegar hasta el sistema nervioso y provocar contracciones musculares dolorosas, comúnmente en los músculos de la mandíbula y el cuello; solo en casos avanzados aparecen crisis convulsivas y graves complicaciones como neumonía, fracturas de vértebras, disminución del latido cardiaco e, incluso, la muerte.

Esta bacteria puede afectar tanto a recién nacidos (tétanos neonatal) como a niños mayores y adultos (tétanos no neonatal).

En el caso de los recién nacidos, el tétanos se transmite por cortar el cordón umbilical de una forma no higiénica o por el mal cuidado del muñón umbilical después del nacimiento. Esta enfermedad se diferencia de otras enfermedades prevenibles con vacunas, debido a que no se transmite de persona a persona.

El tétanos es prevenible, existen vacunas seguras y efectivas. Como la Pentavalente que se aplica en México y protege contra esta enfermedad. El esquema de vacunación es de cuatro dosis aplicadas a los 2, 4, 6 y 18 meses de edad. La vacuna DPT (Difteria, Pertussis y Tétanos) se aplica a los 4 años de edad para garantizar la protección contra estas enfermedades.

Es importante señalar que la protección no dura toda la vida para ningún componente de la vacuna, es necesario recibir los refuerzos, especialmente en mujeres en edad fértil. La vacuna Td y DPT se aplica en el brazo izquierdo, y la vacuna Pentavalente en el muslo derecho en menores de 18 meses de edad.

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