El Programa Nacional de Salud 2007 – 2012 (PRONASA) contempla en la Estrategia 2 “Fortalecer e integrar sectorialmente las acciones de promoción de la salud, y prevención y control de enfermedades con la participación activa de la sociedad organizada y la industria” la línea de acción 2.16 “Atender los efectos de los desastres y las urgencias epidemiológicas”, para lo cual se pretende entre otras actividades, fortalecer el sistema de vigilancia epidemiológica de brotes en los estados y jurisdicciones sanitarias, así como la capacidad de respuesta ante las enfermedades emergentes y re-emergentes, entre las que se encuentran el cólera y otras enfermedades gastrointestinales agudas ocasionadas por bacterias del género Vibrio.

En nuestro país los primeros casos se presentaron el 13 de junio de 1991 en el estado de México y a partir de este evento, se presentaron brotes importantes en el Centro y Sur del país. En los años siguientes se presentaron brotes en prácticamente todas las entidades federativas, alcanzándose un pico máximo de casos y defunciones en 1995. En los siguientes años se observó un decremento importante de la incidencia hasta que en 2001 se registro el último caso.

Actualmente ésta enfermedad se encuentra en control epidemiológico, sin embargo, en nuestro país persisten riesgos a la salud por la circulación de la bacteria, el consumo de agua y alimentos contaminados, principalmente pescados y mariscos; asimismo, cabe mencionar la presencia de casos y brotes originados por el consumo de mariscos contaminados con otros vibrios patógenos.

Esta situación compromete de manera importante al Sector Salud, ya que a pesar de los avances obtenidos en los últimos años, las enfermedades diarreicas continúan entre las primeras 20 causas de morbilidad y mortalidad general, así como entre las primeras cinco causas de mortalidad entre los menores de cinco años, principalmente entre las poblaciones con menor índice de desarrollo humano.

Lo anterior, implica fortalecer las acciones de promoción a la salud y control de enfermedades que al paso de los años han demostrado ser efectivas, asimismo se requiere innovar en estrategias encaminadas a mantener bajo control epidemiológico al cólera y que además impacta en otras enfermedades con las que se comparten los mecanismos de transmisión y las medidas de prevención y control. Lo anterior, con la participación activa de la sociedad y la industria de manera organizada en el marco de la Estrategia Nacional de Prevención y Promoción de la Salud.