Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud
Para mantener la humedad de los ojos es necesario producir y eliminar constantemente la película lagrimal que está formada principalmente por una capa fina de lágrimas y algunos otros componentes.
El síndrome de ojo seco ocurre cuando existe una disminución en la producción de lágrimas o bien, una mayor evaporación lo que provoca malestar y en algunos casos daños en la superficie ocular.
Existen diferentes factores de riesgo para presentar este padecimiento tales como: edad avanzada, cambios hormonales, deficiencia de vitamina A, padecer hepatitis C o estar recibiendo radioterapia; es posible que cuando se está expuesto a un ambiente con poca humedad, al sol, a sustancias químicas o al humo de tabaco se presente esta afección.
Lo síntomas de este síndrome son: visión borrosa, sensación de un cuerpo extraño en los ojos, ardor, picazón y/o sensibilidad a la luz.
El tratamiento para esta afección consiste en la
administración de lágrimas artificiales y en algunos casos el uso de anteojos
que ayuden a conservar la humedad ocular, consumo de aceite de pescado y
otros medicamentos.
Es importante señalar que el tratamiento oportuno puede evitar un daño en la
córnea; si sospechas de presentar este padecimiento, consulta a tu médico.