En 1998 en México, se decidió conmemorar en todo el país, el 28 de agosto, el Día del Anciano. Sin embargo, pasaron los años y fue hasta esta última década cuando la celebración en honor de los ancianos cambió de nombre por el de: “Día del Adulto Mayor”.

En nuestro país, la Ley Federal de los Derechos de las Personas Adultas Mayores define a una persona adulta mayor como aquella que tiene 60 años y más. A su vez, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) establece que en los países en vías de desarrollo (como México), la edad para definir a una persona como adulta mayor es de 60 años, mientras que en un país desarrollado es de 65 años.

La vejez no es sinónimo de enfermedad. Hay padecimientos que se presentan de manera más común después de los 60 años, pero esta situación no es inevitable. Se puede procurar una buena salud durante toda la vida, logrando con ello una vejez activa y saludable.

Por tanto, son erróneos señalamientos como los siguientes: “La mayoría de los viejos son achacosos”, “las molestias de los mayores son debidas a su edad”, “ya no se puede hacer nada por la gente mayor, todos están enfermos”.

Fuente: http://www.geriatria.salud.gob.mx