Aunque el dormir para un bebé es una actividad cotidiana, pueden existir algunos riesgos relacionados con no colocar al bebé en la posición correcta.

El recién nacido duerme de 16 a 17 horas diarias, nueve horas por la noche y el resto durante el día. Conforme va pasando el tiempo, las horas de sueño se reducen de manera que, a los tres meses de vida, un bebé necesita dormir 15 horas y, después de un año, ,entre 13 o 14 hora.

Por ello, se deben considerar algunas medidas para que el bebé duerma seguro, durante la noche o en sus siestas:

  • Colocar al bebé boca arriba para dormir.
  • Usar, de preferencia, una cuna de seguridad con un colchón firme cubierto con una sábana con elástico ajustado, sin juguetes, objetos blandos o peluches.
  • Asegurarse de que mantas, cobijas o sábanas no cubran la cabeza del bebé, vestirlo con ropa cómoda y no abrigarlo en exceso.
  • El área donde duerma el bebé debe estar ventilada y a una temperatura cómoda para un adulto.
  • Se debe supervisar al bebé mientras duerme y nunca en un sofá, almohadón, cama o hamaca. En caso de que se quede dormido en alguno de estos lugares se debe pasar a su cuna de inmediato.
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