Representantes de distintos grupos originarios, con diferente tradición pero con la misma cosmovisión y espiritualidad, se concentraron hoy en la zona arqueológica de Cuicuilco, al sur de la Ciudad de México, para cumplir con el ancestral rito de petición de agua a las deidades Otomís, entre la que destaca la figura acuática de Chaac, vinculada con la mitad inferior del mundo, la humedad y los manantiales.
En esta ceremonia, a la que asistió el Procurador Agrario, Luis Rafael Hernández Palacios Mirón, acompañado por el Director General del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Guillermo Prieto Hernández, y la activista Jesusa Rodríguez, se enmarcó dentro de la conmemoración del “Día Nacional de la Arqueóloga y el Arqueólogo”, como homenaje a su extraordinario trabajo de rescatar, difundir, y dignificar el patrimonio cultural de nuestro país.
El ritual de este día, que tuvo verificativo en La Pirámide de Tenantongo, la segunda edificación más grande de este sitio arqueológico de Cuicuilco, considerado como uno de los lugares más importantes del periodo Preclásico (1500 a.C.-250) y de la cuenca de México, ya que aquí se construyó por primera vez arquitectura de tipo monumental.
Esta ceremonia tiene un significado muy particular, sobre todo en esta época en que nos azotan olas de calor extremo y observamos las presas de nuestro país por debajo de su nivel histórico, de ahí que, el ritual este día en Cuicuilco —que significa en náhuatl “lugar de cantos o ruegos”—, es muy importante ya que este sitio arqueológico se distinguió en el pasado como la ciudad del periodo formativo preclásico, en donde hacían ceremonias relacionadas con la búsqueda de un buen temporal.
Al respecto, el director del INAH señala: “es muy importante recuperar no solo la interpretación, la comprensión arqueológica de los lugares, sino también, la importancia desde el punto de vista simbólico y de su vinculación, con las comunidades que hoy mismo ritualizan, simbolizan estos espacios, como espacios de identidad, de pertenencia, de construcción de referentes simbólicos, todo lo que representa nuestro sentido de la vida, nuestra percepción del mundo”.
Destaca, asimismo, que esta fecha está muy vinculada con la petición de agua en muy distintos lugares de México y de Mesoamérica. “Claro que necesitamos que haya buen temporal, que haya buena lluvia que las presas se llenen y pues qué bueno que aquí distintos grupos se organizaron para hacer este ritual son, como ven, distintos núcleos con diferente tradición pero con la misma cosmovisión y espiritualidad
