La soledad en las mujeres mayores es un fenómeno complejo que afecta significativamente su bienestar emocional y físico, a menudo enfrentan cambios importantes en sus redes familiares y de apoyo a medida que envejecen. La pérdida de amigos y familiares, así como la jubilación, puede reducir las interacciones sociales. Además, los roles de cuidadoras que han desempeñado a lo largo de sus vidas pueden cambiar, lo que afecta su conexión con los demás. La mayoría de las veces esta situación les causa una baja de autoestima que las lleva a una crisis existencial. 

Situación actual

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2018), en México el 12.3% de la población total del país eran personas de 60 años y más: 8.3 millones de mujeres y 7.0 millones de hombres; cifras que muestran una mayoría de mujeres en las edades adultas mayores. Esta diferencia se amplía en el tiempo, y las estimaciones de población revelan que, en 2050, las mujeres adultas mayores serán 18.7 millones y los hombres 14.7 millones. (CONAPO, 2019). Cabe señalar que las personas mayores viven con sus familiares, en hogares nucleares o ampliados, sin embargo, la proporción es mayor en los hombres que viven con su pareja, hijos o hijas (54.3%), mientras que, la proporción mayor entre las mujeres es para las que viven en hogares con otros parientes (44.2%), respecto a los hogares unipersonales el 12.3% de las mujeres y 9.7% de los hombres adultos mayores viven solos (INEGI, 2018).

Las estadísticas indican que las mujeres viven más, pero no lo hacen en mejores condiciones, el maltrato de las mujeres mayores de 60 años en México, al igual que en todo el mundo, se ha convertido en un problema social que afecta la salud y los derechos humanos de miles de mexicanas para quienes las desigualdades sociales y el edadismo y las enfermedades crónico-degenerativas representan un riesgo que el estado y la sociedad están obligados a atender.

Ante los cambios demográficos y familiares de las últimas décadas, la soledad en la vejez cobra relevancia por las implicaciones en la salud, la calidad de vida y el bienestar de las personas, (Flores, Garay, 2021). Aunque, si bien la soledad no siempre se presenta en las mujeres mayores, las transiciones como la jubilación, la viudez, el nido vacío, pueden modificar sus circunstancias y eso incida en la generación de sentimientos de soledad. Algunos de los factores que contribuyen a la soledad de este grupo etario son:

  • El estigma asociado con la vejez y la percepción de que las mujeres mayores son menos valiosas en la sociedad, pueden contribuir a sentimientos de marginación y soledad. Los estereotipos de género arraigados pueden limitar las oportunidades de participación social y generar una sensación de invisibilidad.
  • A lo largo de sus vidas, muchas mujeres han desempeñado el papel crucial de cuidadoras, ya sea para hijos, cónyuges u otros seres queridos. Sin embargo, a medida que envejecen, estos roles pueden cambiar de manera significativa. La necesidad de cuidar puede disminuir o cambiar de dirección, lo que a su vez afecta la conexión emocional y la ocupación del tiempo.

Otro aspecto relevante es la violencia contra las mujeres mayores de la cual se habla poco por tratarse de un asunto que queda en el ámbito familiar y en el círculo social más cercano ya que estas experiencias traumáticas contribuyen a un aumento significativo en el aislamiento social y emocional de este grupo demográfico vulnerable.

Como es sabido, la violencia de género tiene un impacto devastador en la salud mental de las mujeres y se acentúa más en las mujeres mayores por los roles de género con los que fueron educadas. El miedo constante y las secuelas emocionales de la violencia pueden llevar a una mayor propensión a la depresión, ansiedad y trastornos relacionados con el estrés postraumático, (Celedrán, 2022). Este deterioro en la salud mental contribuye directamente a la sensación de soledad, ya que las mujeres afectadas pueden sentirse incapaces de compartir sus experiencias o encontrar apoyo en su entorno.

De acuerdo con Bruno (2019), las mujeres mayores que sufren violencia recurren al aislamiento social como una estrategia de supervivencia. El temor a represalias, la vergüenza y la falta de recursos para escapar de situaciones abusivas pueden llevar a una retirada gradual de las interacciones sociales. Este aislamiento, aunque puede brindar un breve respiro de la violencia inmediata, contribuye a una mayor sensación de soledad y desesperanza.

Buscar ayuda en situaciones de violencia puede ser especialmente difícil para las mujeres mayores. Factores como la dependencia económica, la falta de movilidad, las barreras culturales y la falta de conciencia sobre los recursos disponibles pueden obstaculizar la capacidad de estas mujeres para escapar de entornos abusivos y buscar apoyo.

La compleja interacción entre la violencia de género y la soledad requiere enfoques integrados en políticas y programas. Es crucial abordar la violencia contra las mujeres mayores desde una perspectiva multidimensional que incluya a la concienciación, el acceso a servicios de apoyo y la promoción de entornos seguros y respetuosos, (Bruno, 2019).

Cómo afrontar la soledad

La soledad entre las mujeres mayores es un fenómeno que merece una atención especial debido a sus implicaciones en la salud emocional y física. Existen diversas maneras en que las mujeres mayores pueden enfrentan la soledad, se destacan las estrategias que han demostrado ser efectivas y los desafíos que aún persisten en este proceso para afrontar la soledad. (Trujillo 2000):

  1. Creación y Fortalecimiento de Redes Sociales: Una estrategia común que adoptan las mujeres mayores para enfrentar la soledad es la creación y fortalecimiento de redes sociales. Estas redes pueden incluir amigos, familiares y compañeros de actividades. Participar en grupos comunitarios, clubes o centros de atención diurna proporciona oportunidades para establecer nuevas conexiones y mantener relaciones significativas, contrarrestando así la sensación de aislamiento.
  2. Participación en Actividades Sociales y Recreativas: La participación activa en actividades sociales y recreativas juega un papel crucial en la lucha contra la soledad. Las mujeres mayores que se involucran en eventos culturales, voluntariado, clases o grupos de interés encuentran no solo distracción, sino también oportunidades para compartir experiencias y construir nuevas amistades.
  3. Tecnología y Conexiones Virtuales: El uso de la tecnología, como teléfonos inteligentes y redes sociales, se ha convertido en una herramienta valiosa para las mujeres mayores. Facilita la comunicación con amigos y familiares, permite participar en comunidades en línea y acceder a recursos que antes podían estar fuera de alcance. Sin embargo, el acceso y la familiaridad con la tecnología siguen siendo desafíos para algunos.
  4. Actividades Creativas y Autocuidado: El compromiso en actividades creativas y de autocuidado también se ha identificado como una estrategia eficaz. Participar en actividades artísticas, prácticas de mindfulness o simplemente dedicar tiempo a actividades placenteras puede mejorar el bienestar emocional y proporcionar una sensación de propósito y realización.
  5. Buscar Apoyo Profesional: Algunas mujeres mayores recurren a profesionales de la salud mental, consejeros o grupos de apoyo para enfrentar la soledad. Estas intervenciones proporcionan un espacio seguro para compartir experiencias y recibir orientación, abordando las dimensiones emocionales y psicológicas de la soledad.

La compleja interacción entre la violencia de género, la soledad y los estigmas asociados con el edadismo hacia las mujeres, las barreras económicas y de accesibilidad, así como la falta de conciencia sobre los recursos disponibles, pueden limitar la efectividad de algunas de estas estrategias. Por ello (Bizkaia, S. F.), se requieren enfoques integrados en políticas y programas. Es crucial abordar la violencia contra las mujeres mayores desde una perspectiva multidimensional que incluya la concienciación, el acceso a servicios de apoyo y la promoción de entornos seguros y respetuosos.

A manera de conclusiones

Las mujeres mayores enfrentan cambios sustanciales en sus redes sociales a medida que envejecen, marcados por la pérdida de amigos y familiares, la jubilación y la transformación de roles de cuidadoras. Comprender estos desafíos es esencial para desarrollar intervenciones y políticas que apoyen la conexión social y el bienestar emocional de las mujeres en esta etapa de la vida. La adaptación y la promoción de nuevas formas de interacción social son fundamentales para mitigar los impactos negativos y mejorar la calidad de vida de las mujeres mayores.

La soledad en mujeres mayores es un fenómeno multifacético influenciado por diversos factores sociales, económicos, de salud y ambientales, aunado a la violencia que se ejerce contra este grupo etario y que pueden contribuir significativamente a experimentar la soledad no deseada. Es necesario que la sociedad reconozca y aborde estas intersecciones, para trabajar hacia la creación de entornos que promuevan la seguridad, la dignidad y la conexión social para todas las mujeres mayores.

Autoria:

Gabriela Villanueva García

Jefa del Departamento de Estudios y Atención al Envejecimiento del Issste

Referencias bibliográficas:

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Bruno Fernando, Castro Saucedo Laura Karina (2019).  Violencia hacia las mujeres adultas mayores y redes de apoyo social en Monterrey, México. Un aporte desde el construccionismo social. Publicado en Revista Perspectivas Sociales, julio – diciembre. Vol. 21 núm 2 57-87 pp. Consultado el 20 de noviembre de 2023 en: file:///C:/Users/Gabriela/Documents/Dialnet-ViolenciaHaciaLasMujeresAdultasMayoresYRedesDeApoy-7390223.pdf

Celdrán Monserrat (2022) Una Mirada de género al envejecimiento, España. Consultado el 20 de noviembre 2023 en https://ajuntament.barcelona.cat/dones/es/noticia/una-mirada-de-genero-al-envejecimiento-el-caso-de-la-soledad-no-deseada_1158386

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Damonti, Paola, Iturbide et.al. (2020). Violencia contra las mujeres mayores. Interacción del sexismo y edadismo 2018. Instituto Navarro para la igualdad. España Consultado el 15 de noviembre de 2023 en: https://www.navarra.es/documents/48192/5564564/04112020_Violencia+contra+las+mujeres+mayores.+Interacci%C3%B3n+del+sexismo+y+edadismo.pdf

Flores Martínez Rosa María, Garay Villegas Sagrario 2021. Soledad en el curso de vida de las mujeres mayores en México y España. Iberoforum. Revista de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana, vol. 1, núm. 2, pp. 1-30, México. Consultado el 20 de noviembre de 2023 en: https://www.redalyc.org/journal/2110/211069072007/html/

Frías, Sonia M. (2016). Polivictimización en mujeres mexicanas adultas mayores. Revista mexicana de sociología, 78(3), 343-374. Consultado el 15 de noviembre de 2023, en: de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-25032016000300343&lng=es&tlng=es.

Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI; 2020) Consultado el 15 de octubre de 2023 en https://www.inegi.org.mx/siscon/

Trujillo, T. F. (2000). Gerobus: una alternativa para combatir la soledad de los mayores. Gerokomos (Madr., Ed. impr.), 86-92. España. Consultado el 20 de noviembre de 2023 en: https://pesquisa.bvsalud.org/portal/resource/pt/ibc-8106

 

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