Ángel Islava Tamayo, director general del Fideicomiso Fondo Nacional de Habitaciones Populares (FONHAPO), dijo que la instrucción del presidente Enrique Peña Nieto en la Política Nacional de Vivienda fue fortalecer este instrumento real y efectivo de combate a la pobreza patrimonial y el hacinamiento, para la prevención social de la violencia y la dignificación real de la vida de las familias.

Comentó Islava Tamayo que el gobierno del presidente Peña Nieto entendió que las casas no tenían que ser como el sexenio pasado “una caja de zapatos” de entre 21 y 35 metros cuadrados de una sola recamara. A partir esta administración las viviendas para las familias tienen un promedio de 45 metros cuadrados, ninguna tiene techo de lámina, como en el pasado, son más baratas y este precio no va en detrimento de los materiales.

Afirmó el director general del FONHAPO que el gobierno también comprendió que ninguna casa tiene porque ser fea. Actualmente las casas que subsidia FONHAPO tienen dos cuartos, sala, comedor, cocina y baño integrado.

“Son casas que por su diseño, calidad y dimensión, cambian de raíz la vida de las familias, las alejan del hacinamiento, les dan condiciones mejores para la convivencia familiar y son mejor plataforma de estudio y desarrollo para los hijos.”

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