• En primer lugar, verifica que el establecimiento esté limpio.
  • Los productos pesqueros deben tener firmeza en el músculo. Cuando elijas uno oprímelo, la piel y músculo deben de regresar a su estado.
  • En el caso del pescado, los ojos deben estar transparentes y ligeramente saltados, a la altura del opérculo del ojo.
  • Las agallas tienen que presentar un color rosado o rojizo y también deben estar firmes, si su color es café o desteñido, definitivamente pídele a tu expendedor que cambie el producto.
  • Los pescados y mariscos en general, deben de oler a agua de mar, nunca agrio, amargo o con olor a amoníaco, en este caso el producto podría encontrase en estado de descomposición.
  • Productos como el camarón deben ser traslucidos y brillantes, además de mostrar evidencia de su frescura.
  • Las especies con conchas (moluscos bivalvos), al tocarlos deben cerrar sus valvas.
  • Los filetes deben estar oscuros o secos en los bordes, observa que no presenten un tinte verdoso o amarillento.
  • Sólo compre cuando estén refrigerados o sobre una capa gruesa de hielo.

Recuerda que el consumo de pescados y mariscos  trae múltiples beneficios para la salud, por su alto valor nutricional en proteínas, vitaminas y ácidos grasos, así como en la prevención de enfermedades cardiovasculares.

 

La Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA) recomienda para toda la población (sobre todo a niños y mujeres embarazadas) a consumir pescado por lo menos dos veces por semana durante todo el año, “Come rico, come sano, come pescado y marisco mexicano”.