Roberto Ramírez de la Parra (RRP): Con su permiso señor Presidente.

Saludo al Gobernador de Veracruz, Maestro Miguel Ángel Yunes Linares, a quien agradezco su amable anfitrionía.

Al Presidente Municipal de Misantla, Othón Hernández Candanedo.

Saludo a mis compañeros de gabinete: Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Ingeniero Rafael Pacchiano Alamán. Secretario de Energía, Licenciado Pedro Joaquín Coldwell.

Saludo especialmente a los misantecos y veracruzanos que hoy nos honran con su presencia en la conmemoración del día mundial del agua.

Este año, la Organización de las Naciones Unidas nos invita a buscar soluciones integrales para el uso y el cuidado del recurso vital en el ecosistema mismo.

Se trata de regresar a lo básico, de volver a convivir de forma armónica con la naturaleza y de hacer un buen uso del “oro azul”. 

Es importante mencionar, Señor Presidente, que en su administración así hemos venido trabajado.

En esta misma celebración, pero en el año 2013, usted trazó cuatro ejes de acción que guiarían la política hídrica nacional durante esta administración.

Hoy, 5 años después, podemos decir que las condiciones de nuestro país en este sentido han mejorado, sin duda, podemos todavía hacer mucho más.

Por eso, conviene valorar la importancia de la justicia social para atender los problemas como la pobreza, la salud, los accesos al servicio de agua, y que los mismos sean de calidad, sin desconocer, por supuesto, otros campos en los que todavía requerimos avanzar, como los es, por ejemplo, el apego al Estado de Derecho.

Nos estimula saber que, de acuerdo a cifras del INEGI, hemos ya superado la meta sexenal del 94 por ciento en la parte de acceso al agua, para lograr 94.5 por ciento de personas con acceso al vital líquido.

Para superar esta meta, no nos hemos limitado a las formas convencionales de acceso al agua, buscamos otras formas, y por ello por primera vez en la historia de nuestro país, implementamos un programa de captación de agua de lluvia al cual denominamos Procaptar, que aprovecha el agua de lluvia en zonas dispersas y de difícil acceso, y se salda con ello una deuda histórica con las poblaciones originarias y de pobreza extrema de 11 estados de la República, transformando con ello la calidad de vida de miles de familias en situación de vulnerabilidad.

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Sin duda, el acceso al agua forma parte del combate a la pobreza que, de acuerdo con las mediciones del Coneval, entre 2012 y 2016 el número de mexicanos que tenían pobreza extrema se disminuyó en más de dos millones de personas.

Se dice fácil. Esta mejoría equivale al número total de pobres extremos de Guerrero, Puebla, Michoacán y Tabasco, o también, si lo comparamos, con 23 entidades que tienen el menor número de mexicanos en pobreza extrema.

Esta realidad, sin duda, nos sigue golpeando, pero continuaremos trabajando en este primer eje que Usted índico, para que todos los habitantes de nuestro país puedan contar con acceso al agua.

El segundo eje, agua para la seguridad alimentaria: podemos decir que México tiene un campo más productivo por la rehabilitación, modernización y tecnificación realizada por los usuarios de riego junto con la Comisión Nacional del Agua, de más de 833 mil hectáreas de riego.

No tengo duda, el trabajo coordinado entre sociedad y Gobierno marca la ruta correcta para la superación de todos nuestros problemas.

Estas obras aumentaron la eficacia de la producción nacional promedio en el campo en un 22 por ciento, es decir, por cada metro cúbico de agua se obtienen 1.85 kilogramos de alimento, a diferencia del 1.5 kilogramos que se producían en 2012.

Con esto, estamos ahorrado al año casi 4 mil millones de metros cúbicos de agua, debido a la buena planeación y al manejo óptimo de los recursos hídricos.

Con este aumento, en los últimos 2 ciclos agrícolas hemos tenido una producción histórica en los distritos de riego, superando los 50 millones de toneladas de alimentos.

Estas acciones han contribuido a que México lograra, por primera vez en su historia, un superávit de la balanza comercial agroalimentaria en los últimos dos años. Ello quiere decir que hoy tenemos un campo que nos permite dotar de alimentos a la demanda interna, a las mesas de las mexicanas y los mexicanos, pero que, a la vez, permite llevar alimentos a otras personas en otros lugares del planeta.

El tercer eje, un manejo responsable y sustentable del agua: Se mejoró la forma de operación de nuestras presas a través de un trabajo coordinado con los usuarios, esto me permite hoy asegurar que tenemos el día de hoy agua suficiente para el abastecimiento público urbano de la población para los siguientes 3 años y para los siguientes 2 ciclos agrícolas en la parte del campo mexicano.

Adicionalmente, impulsamos el reúso del agua tratada, con lo que hoy 27 por ciento más que el sexenio anterior se utiliza en actividades como el riego y la industria.

Quiero aprovechar este tercer eje, de un manejo responsable y sustentable del agua, para comentar que hay quien, aprovechando la coyuntura que está viviendo nuestro país, levanta falsas expectativas o falsas cuestiones, diciendo que la Comisión Nacional del Agua, que el Gobierno de la República está preparando una iniciativa para privatizar el agua.

Lo niego rotundamente, estamos en total desacuerdo, estamos en total desacuerdo en que la administración de las aguas nacionales cambie a un privado o cambie de la forma en la que lo estamos haciendo hoy. Y lo digo como es: no estamos preparando ninguna iniciativa ni presentaremos en lo que resta de esta administración iniciativa alguna en materia de agua, que personas, que aprovechando este tipo de cuestiones, hacen del agua una mercancía de carácter político-electoral, olvidando que el agua es un tema técnico que no tiene nada que ver con ese tipo de cuestiones.

Y por último, y no menos importante, el cuarto eje que se fijó en 2013 está enfocado en la seguridad hídrica.

Señor Presidente, desde el inicio de su administración nos ha tocado vivir eventos extraordinarios y difíciles, con el impacto de ciclones como Ingrid y Manuel en 2013, Odile en 2014 y Patricia en 2015.

Y en 2017, un septiembre histórico, con el impacto de 3 ciclones, uno cada semana, y 2 temblores que, sin duda, todos recordamos.

Gracias a su compromiso para hacer de México, un país preventivo, hoy los tres órdenes de gobierno trabajamos de forma conjunta y coordinada para garantizar la seguridad hídrica y patrimonial de las y de los mexicanos.

Mejoramos el seguimiento y el pronóstico de los fenómenos hidrometeorológicos, a través de la implementación de nuevos modelos matemáticos, la creación del centro de comando y control, y 3 centros regionales en el Servicio Meteorológico Nacional.

A la par, también se mejoraron los mecanismos para avisar a la población en caso de riesgo, integrando las redes sociales y también los mensajes de texto.

Aunado a esto, con más de 2 mil 500 obras de protección, más de 8 millones de mexicanos que viven cerca de cuerpos de agua, hoy están seguros, como aquí, el día de hoy en Misantla.

Señor presidente, todas las acciones que usted comprometió en el sector hídrico las hemos cumplido.

Y qué mejor lugar que el estado de Veracruz para ejemplificar las acciones realizadas por su administración, que van desde dar servicios básicos hasta proteger a las poblaciones por el impacto de los fenómenos hidrometeorológicos.

Aquí en específico, en Misantla, las obras realizadas en los ríos han atendido un problema ocasionado por las inundaciones recurrentes, por lo que hoy más de 100 mil habitantes están más protegidos.

Señoras y señores, hoy celebramos el Día Mundial del Agua con un México fortalecido a nivel nacional y que es un referente internacional al ser un ejemplo en la conservación y uso eficiente de este recurso tan valioso, como lo es el agua.

Para mí es un honor ser parte de su equipo, Señor Presidente, y es un orgullo ser el representante de una institución dedicada a servir todos los días a las mexicanas y los mexicanos, cuidando el recurso más noble y vital para la vida, el agua.

Finalmente, y como acostumbro a hacer en todos mis discursos, me voy a permitir platicar un anécdota que me platicara el Secretario del Trabajo hace apenas un par de días. Me comentaba que hace ya varios años hizo un viaje a Israel, junto con algunos representantes populares de otros países, principalmente de Latinoamérica, y se reunieron con el en aquél momento, Primer Ministro Shimon Peres, y le preguntaban que cómo se sentía, y él respondió: optimista. ¿Usted sabe de qué muere un optimista y un pesimista? Mueren exactamente de las mismas cosas, contestó Shimon Peres. Mueren de lo mismo, la diferencia es que el optimista vivió mucho mejor y tuvo una mejor calidad de vida que el pesimista.

Hoy, Señor Presidente, me encuentro muy optimista, claro, quiero vivir una mejor calidad de vida, sin duda.

Y me encuentro muy optimista porque sé que las mexicanas y los mexicanos estamos viendo hacia adelante. Construimos todos una nación más prospera e incluyente, creemos más en una unión que en la división y la descalificación, no hay forma de que demos pasos hacia atrás, porque estoy seguro que queremos a México y que México es un gran país.

Muchas gracias.