Los seres humanos son habitualmente los huéspedes finales de muchos arborvirus identificados que no desarrollan una suficiente viremia para convertirse en hospederos que logren infectar eficazmente a los vectores. Empero, los virus del Oeste del Nilo, el Dengue, Chikungunya y Zika son importantes excepciones, ya que los humanos infectados alcanzan una viremia tal que les permite actuar como el huésped vertebrado principal en las zonas urbanas.