Los coordinadores de la obra –coeditada por la UAM Iztapalapa y la editorial española Biblioteca Nueva–, comentaron junto con académicos de la UPN y de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), acerca de la importancia de este libro ante el público reunido en el auditorio A de la UPN Ajusco.

Durante su participación, Julia Salazar Sotelo, académica de la Licenciatura en Psicología Educativa de la UPN, comentó que “en un primer momento me pareció un libro que tenía muchos temas y no sabía cómo asirlos, después encontré líneas de trabajo que se van perfilando en varios de los artículos del texto.

“La primera línea es el pensamiento social, algo que ustedes [refiriéndose a los estudiantes] como profesionistas van a tener que enfrentar. El autor define al pensamiento social como aquel que constituye un marco social donde se puede comprender y dar sentido a las conductas de los ciudadanos.

“Otro elemento que vamos a ver en todos los escritos es lo que se denomina como marco social: espacios, lenguajes y tiempos significativos con los cuales nos referimos para dar cuenta del presente y del pasado o al pasado desde el presente.

El lenguaje construye memoria

Respecto al primer capítulo, Lenguaje y memoria colectiva, silencio y olvido social, de Jorge Mendoza, la académica destacó que “nos dice que el lenguaje construye memoria y el silencio fabrica olvido, y agrega que los usos culturales de la palabra y las situaciones dotan de significado al silencio; es así que el silencio impuesto desde el poder pretende invisibilizar las luchas sociales. De esa forma, al conmemorar se asegura la permanencia de su significado, no se pierde la memoria –sea cual sea el sentido que se atribuya a un evento–, aporta a la construcción de una identidad colectiva.

Por su parte, Pedro Quintino Méndez, académico de la enah, centró su participación en los aportes que el texto brinda tanto a los estudiosos del tema como al público en general. “De las aportaciones del trabajo destacan la importancia del lenguaje en la transmisión de la memoria, la relevancia de la comunicación en la retroalimentación del pensamiento que se concreta en la acción lingüística y el relato, y en qué medida los obstáculos impuestos desde el poder pueden crear una barrera a la memoria e imponer el silencio con la intención de abrir paso al olvido, o bien, como se dice en el libro, ‘mediatizar la memoria social’.

La dimensión psicológica de la migración

“Se explica la importancia de pensar en las emociones como una categoría de análisis histórico, pues le dan un significado a la experiencia, significado que es dado por el contexto social.

“Además, se aborda la dimensión psicológica y emocional de la migración; es decir, busca ir más allá de la demografía y la estadística económica para explorar los espacios y manifestaciones de la religiosidad popular, para comprender cómo enfrentan los migrantes mexicanos la experiencia emocional del miedo por medio del exvoto, que es un artefacto de la memoria colectiva”.

Acerca de los capítulos que abordan algunos de los conflictos ocurridos en América Latina, el académico de la enah sostuvo que “provocan la necesidad de analizar los usos y la mediatización de la memoria colectiva, lo cual implica profundizar en las tensiones sociales, culturales y hasta académicas, que emergen del uso del poder en la vida cotidiana.

“A lo largo del libro se hace referencia a la relevancia de la historia cultural, la importancia entre la relación de la historia con la psicología social; es decir, de cada uno de los temas que aborda se podría hacer una tesis porque abre líneas de investigación”.

Convenciones, conceptos y categorías

Para María del Carmen Acevedo Trejo, académica de la upn, el libro puede ayudar a los estudiantes a “empaparse de trabajos académicos construidos desde la disciplina, a conocer las convenciones, los conceptos, las categorías, los modos de expresar nuevos conocimientos y la forma en la que se dialoga y se contraviene con otros autores, cómo se recuperan o resignifican teorías, modelos explicativos o modos de mirar y nombrar la realidad social.

“Los caminos que recorrieron los autores de este texto son los mismos senderos que deben andar quienes desean llegar a ser profesionales en psicología educativa”.

Manuel González detalló que el libro “es la secuencia de un proyecto de investigación para pensar y definir a las sociedades modernas. Debido a que los temas que abordamos son muy complejos, tratamos de abordarlos desde muchos enfoques más allá de la psicología social.

“Esto nos permite ubicarnos en el ángulo de las ciencias sociales y dentro de los distintos enfoques que tienen que decir sobre México, sobre su modernidad y, sobre todo, al menos en este caso, sobre su pasado para entender nuestro presente y poder delinear el futuro. No se trata sólo de conceptualizar para poder estructurar un entorno social, sino para definir nuestras acciones tanto individuales como colectivas”.

En su participación, Jorge Mendoza se enfocó en los tres ejes sobre los cuales se desarrolla la obra: el primero, teórico, acerca de la noción de la memoria colectiva a partir de los postulados de Maurice Halbwachs; el segundo, los trabajos sobre distintos procesos sociales, culturales y políticos que ocurrieron en México; y un tercero sobre Latinoamérica, en el que se abordan los casos de Perú, Chile, Colombia y México, respecto a las problemáticas de violencia y memoria que se han presentado en el pasado y que van dando forma al presente.

El libro Memoria colectiva de América Latina está conformado por 10 artículos. En Lenguaje y memoria colectiva, silencio y olvido social, escrito por Jorge Mendoza García, se señala que la memoria colectiva es una cara de un amplio y largo proceso social que tiene como contraparte al olvido social.

En Los marcos, de Aquiles Chihu Amparán, se presenta, desarrolla y analiza la noción que Maurice Halbwachs tiene sobre el concepto de marcos sociales, y aborda las nociones de esquemas y guiones que posibilitan un trabajo en la línea sugerida por este autor francés.

En el artículo ¿Historia de las emociones o emociones en la historia? Memoria y emociones colectivas para el abordaje del pasado, Edwin G. Mayoral Sánchez y Francisco J. Delgado Aguilar problematizan la compleja relación entre la historia y la memoria, en la que el análisis histórico y cultural de las vidas afectivas de una nación, grupo o colectivo, nos ofrece conocimientos alternativos para acceder a la realidad social.

En Complejidad tetradimensional de la memoria colectiva en la tradición del ritual de la danza conchera en México, José Luis Valencia González explora dicho ritual desde una aproximación transdisciplinar: la psicología, la semiótica y la complejidad, y da cuenta de diversos elementos que plasman en la danza los grupos que reivindican una visión integral del cosmos.

Amilcar Carpio Pérez, en Memoria y artefactos en los procesos de migración, analiza las relaciones que los migrantes mexicanos establecen a través de los exvotos. Sobre este texto, Salazar Sotelo explicó que el autor “nos mete al mundo de la religión, las creencias y las supersticiones. Nos lleva desde la historia al mundo de la psicología social. Su trabajo se basa en los exvotos que ofrecen (a las vírgenes y santos) los migrantes”. Con los exvotos dan las gracias por los favores que recibieron ellos mismos o sus familiares.

“El exvoto es una promesa ofrecida a la divinidad en cumplimiento a una promesa hecha con el fin de obtener un beneficio al cual no se puede acceder por medios naturales”.

En Sistemas de pensamiento en la memoria colectiva de los mexicanos, de Manuel González Navarro y Salvador Arciga Bernal, los autores indagan en la narrativa llamada historia nacional el pasado encarnado en nuestra cultura política, el sentido que tienen para la sociedad mexicana los personajes, acontecimientos, valores, significados y afectos que sobre ellos ha depositado la gente.

Isabel Piper Shafir, en Memoria colectiva, trauma y reparación en Chile: un análisis crítico, revisa distintas posturas en torno al “trauma” de la represión que vivieron los chilenos bajo la dictadura militar de los años sesenta y ochenta.

En Violencia, memoria y representaciones sociales del conflicto armado en Perú, de Yllich Escamilla Santiago, se reconstruyen pasajes de un periodo crudo, de dolor y terror que tuvieron lugar en este país durante el conflicto violento que se vivió en los años ochenta y noventa, mientras se analiza y se describe a los diferentes actores participantes.