Visiblemente emocionado, Juan Baltazar Tinoco, egresado de la Licenciatura en Sociología de la Educación, presentó su libro Juan Manuel Gutiérrez-Vázquez: paisajes y semblanzas de un constructor de la educación nacional, proyecto que obtuvo el primer lugar del Concurso de tesis y tesinas upn 2015 en la categoría de licenciatura.

Con un tono muy alegre y bromista, Baltazar Tinoco explicó a los asistentes que no fue fácil llegar al tema ideal para presentar su proyecto de titulación, pero en el transcurso de su investigación el tema “lo enamoraría”.

En sexto semestre desarrolló un protocolo de investigación al que llamó Deserción en las escuelas secundarias para trabajadores, y estuvo asesorado por el profesor Fernando Osnaya Alarcón, académico de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN).

“El profesor Osnaya siempre nos decía en clase que cuando eligiéramos nuestro tema de tesis debíamos enamorarnos de él, hacerlo nuestro, que debíamos sentir esa chispa que nos motivara a seguir, esa fue una de las razones por las que el primer protocolo no me llenó”, bromeó.

Tres intentos de proyecto de tesis

En séptimo semestre, Juan Baltazar desarrolló el segundo proyecto de investigación, esta vez para la clase de Educación Ambiental. 

“Para ese entonces yo ya me había casado y me había ido a vivir a Toluca, fue entonces que comencé a trabajar con las comunidades cercanas y yo me enamoré de una de ellas: Las Mesas Huitzizilapan, ubicada en el municipio de Lerma, Estado de México, y es precisamente sobre ella que comencé a hacer el proyecto. 

“Sin embargo, algo faltaba, algo no encajaba. Desilusionado y triste, paseando por la Universidad, me puse a reflexionar sobre una clase de Seminario de Problemas de la Educación en México, materia que impartía el profesor David Pedraza Cuéllar. Recordé que esa vez habló sobre la vida y obra de Juan Manuel Gutiérrez-Vázquez. Recapitulé esa escena e inmediatamente fui a su cubículo, le planteé la idea y se convirtió en mi asesor de tesis”, sostuvo el autor. 

Dónde está la información para una tesis 

Ya con la idea en mente, Baltazar Tinoco primero recurrió a internet para comenzar con la búsqueda, pero encontró muy poca información. Después, por recomendación del profesor Pedraza Cuéllar, se acercó al Departamento de Investigaciones Educativas (DIE) del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav). 

“Cuando comenté que quería hablar sobre la vida y obra de Gutiérrez-Vázquez, varios catedráticos importantes del die me aconsejaron; además, en ese departamento tienen una biblioteca llamada Juan Manuel Gutiérrez-Vázquez, precisamente en honor a él. 

“Ahí fue cuando se abrió el abanico de información y me enamoré del personaje; me enamoró encontrar una infinidad de artículos que se vinculaban a mi historia de vida, con mi propia esencia espiritual. Es cuando dije ‘de aquí soy, de aquí no me muevo’.

“Algunos profesores no creían que yo iba a poder escribir con la magnitud con la que lo hice, pero yo me enamoré del personaje. Comencé a estudiar los gustos de Gutiérrez-Vázquez para apoderarme de su personalidad, es por eso que comencé a hacer lo mismo que hacía él: escribía poesía, escuchaba su música favorita, comencé a ir a Bellas Artes; me apropié de la esencia del sujeto para poder interpretar y escribir a su manera y así entender su pensamiento teórico, científico y educativo.

Recrear la vida del personaje

“Puedo decir que intenté recrear la vida de Juan Manuel y, sin dudarlo, fue una experiencia imaginaria que me hizo apropiarme de su legado educativo y personalidad para poder describir su carácter, temperamento, gustos y habilidades”.

Al final del arduo trabajo, después de meterse en la piel de Juan Manuel Gutiérrez-Vázquez, Baltazar Tinoco considera que el fallecido científico mexicano es “un personaje que debe ser valorado y reconsiderado en la actualidad. Es una figura que debemos de dimensionar, de atrapar y hacerla nuestra para poder aplicar su conocimiento en esta realidad”.

La tesis de Juan Baltazar está integrada por cinco capítulos. En el primero se describe el marco teórico-metodológico utilizado en la investigación; en el segundo se hace una semblanza de Juan Manuel Gutiérrez-Vázquez, en la que se incluyen sus antecedentes históricos, sus raíces familiares y su descendencia, así como su formación académica y trayectoria intelectual; en el tercer capítulo se señalan las labores educativas que realizó en México y fuera del país, entre las que destacan su perseverancia para fundar revistas, múltiples centros de investigación y universidades.

Historias entrelazadas 

Todos estos logros se describen mediante historias entrelazadas, anécdotas, vivencias y trayectorias personales de los colegas que lo acompañaron a lo largo su vida. También, se da detalle de los centros de estudio que se crearon en reconocimiento a su trayectoria académica. El capítulo engloba el esfuerzo educativo que realizó durante su vida, que en la actualidad aún sigue vigente.

En el cuarto capítulo, se analizan diversos artículos, libros y algunos otros materiales de la autoría de Juan Manuel Gutiérrez-Vázquez. La recuperación detallada de información se utilizó como estrategia metodológica para lograr una aproximación al pensamiento de este autor y presentar las características personales y las propuestas formativas en cuanto a la enseñanza científica y los procedimientos socio-educativos y pedagógicos divulgados en su obra.

Este capítulo está divido en seis apartados que abordan varios aspectos temáticos: enseñanza de las ciencias, libros de texto, reformas curriculares, educación de adultos, materiales educativos y cómo enseñar para aprender.

El capítulo quinto está dedicado a la memoria y reconocimiento de Gutiérrez-Vázquez. Se relata de qué manera vivió y afrontó sus últimos días, haciendo uso de la diversidad artística como su mejor terapia, que el mismo Juan Manuel entendió como una relación armónica para expresar libremente y en forma bella el sentido de su aflicción.

En la parte final se incluyen las conclusiones de Baltazar Tinoco, y en la sección de anexos se presenta un acervo fotográfico familiar y personal. 

Durante su intervención en la presentación de la obra, Fernando Osnaya Alarcón sostuvo que la estructura gramatical y sintáctica con la que fue escrita “tiene cierta finura y sencillez, lo que hace más agradable, placentera y amorosa su lectura. Quien lea la primera página, como pasa con las Sabritas, no podrá leer sólo una”. 

Por su parte, Carmen Campero Cuenca sostuvo que “los resultados de la tesis son evidentes: posiciona a un gran educador mexicano, visibiliza su obra y pensamiento, que es muy valioso para los momentos actuales, y también nos abre sendas para seguir avanzando y fortaleciendo la educación de nuestro país”.

Por su parte, David Pedraza Cuéllar señaló que la tesis “ganó el primer lugar en un hecho inédito en la Universidad, pues los siete miembros del jurado fueron unánimes en darle el primer lugar, algo que nunca había sucedido”.

Contó con la presencia de Claudia Gutiérrez

Al evento asistió Claudia Gutiérrez Maupomé, hija de Juan Manuel Gutiérrez-Vázquez, quien agradeció las palabras vertidas en el libro y, sobre todo, el inmenso cariño que Juan Baltazar Tinoco le tiene a su padre. 

Juan Manuel Gutiérrez-Vázquez fundó, junto con otros colaboradores, el Consejo Nacional para la Enseñanza de la Biología (CNEB), donde Gutiérrez-Vázquez se desempeñó como secretario y presidente. Participó en la creación del Consejo Nacional para la Enseñanza de la Química, de la Dirección de Cursos de Graduados del IPN, y fungió como secretario del Consejo de Administración del DIE del Cinvestav.

Entre los reconocimientos que obtuvo están el premio Luis Elizondo, que ganó en 1976, por su contribución al die y a la enseñanza del Método Científico en México.

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