Los alumnos comparten con sus compañeros los trabajos de investigación que durante el semestre han realizado y las experiencias a las que se han enfrentado para obtener los resultados que presentan. 

Los trabajos académicos se mostraron en una jornada maratónica que sumó seis mesas con temas de desarrollo cognitivo, moral y afectivo. 

Desarrollo cognitivo

Las mesas reunieron cinco trabajos sobre desarrollo cognitivo en niños de edades comprendidas entre 3 y 8 años. 

El primer equipo desarrolló la práctica Del pensamiento preoperatorio a las operaciones concretas: las tareas operatorias (conservación de los líquidos), con el objetivo de identificar la etapa evolutiva en la que se encuentran niños de entre 4 y 8 años. El equipo realizó un procedimiento en tres fases en el que los pequeños tenían que vaciar líquido en dos vasos de la misma capacidad y, posteriormente, verter el contenido de uno de esos vasos en otro más alto y estrecho, para a continuación devolver ese mismo líquido al primer vaso original.

Las conclusiones afirman que “la percepción de las dimensiones en las niñas de 4 a 6 años es irreversible, sin embargo su desarrollo cognitivo de acuerdo a la teoría de Piaget está en proceso de la segunda etapa denominada Preoperacional. Por otro lado el niño de 8 años que de acuerdo con sus respuestas en cada fase, [hallamos que] ya se encuentra en la tercera etapa del desarrollo cognitivo de operaciones concretas”.

Otros equipos plantearon el tema del desarrollo cognitivo en niños mediante ejercicios de correspondencia uno a uno, y el conocimiento cognitivo en la etapa preoperatoria mediante actividades de seriación, que es la “operación lógica que a partir de un sistema de referencia permite establecer relaciones comparativas entre los elementos de un conjunto, y ordenarlos según sus diferencias, ya sea en forma decreciente o creciente”. Junto con la seriación se trabajó la reversibilidad, la clasificación, la conservación y la secuencia. Los resultados en todos los casos confirmaron las teorías de Jean Piaget sobre este punto.

Soledad en la adultez

El tema de los adultos fue uno de los que más espacios tuvo en esta edición del coloquio, pues sumaron nueve los trabajos de investigación que plantearon aspectos sobre sexualidad, prevención de la salud, soledad, aprendizaje, cuidados y tecnología.

Uno de ellos fue Soledad en la adultez, una etapa que comienza a partir de los 18 años y termina cuando el sujeto muere. 

El equipo que trabajó el tema realizó un estudio descriptivo del nivel de soledad que se enfrenta en la etapa adulta en los ámbitos social, conyugal y familiar; agregó también el apartado de crisis existencial. 

Con una muestra de 15 adultos jóvenes [20-38 años]; 15 adultos medios [43-63 años] y 15 adultos tardíos [63-80 años], se encontró que los adultos tardíos se sienten más solos en el aspecto conyugal, al identificarse así 42.86%, e “infiriendo que puede ser porque el 50% son viudos”. 

En el tema de la soledad familiar, se encontró que los adultos medios son los que sienten mayor soledad en este aspecto al obtener una mayoría de 14.29%; y en cuanto al nivel social, los adultos tardíos sienten mayor soledad al identificarse 28.57 por ciento. 

Respecto al rubro de crisis existencial “no hay mucha diferencia entre las etapas”, explicaron los ponentes, en tanto 50% de los jóvenes encuestados en esta edad contestó que “algunas veces” sienten miedo, se molestan más que antes y las situaciones se ponen más difíciles conforme se hacen mayores.

Sexualidad en la vejez

Uno de los equipos que abordó esta temática buscaba conocer de qué manera los adultos de 20 a 30 años perciben la sexualidad en la vejez, y qué tipo de estereotipos negativos o positivos existen sobre el tema. 

En su trabajo, se enfatiza en la importancia de la sexualidad en la vida del ser humano y las transformaciones que va teniendo en el transcurso de los años, ya que es un elemento significativo para el bienestar físico y psicológico.

Luego de realizar entrevistas a 40 adultos jóvenes, encontraron que de esa muestra 75% reconoce que la sexualidad termina al momento de morir, 20% cuando físicamente ya no es posible practicarla y 5% asegura que cada quien decide en qué momento termina la sexualidad durante la vida. 

De las personas entrevistadas, 67% cree que las personas de edad avanzada todavía tienen vida sexual, 25% asegura que “tal vez” y 8% piensa que no la tienen.

Por otra parte, 52% contestó que las personas mayores viven su sexualidad con afecto, 25% piensa que la viven experimentando, 10% dice que teniendo relaciones sexuales y 13% consideró desagradable pensar en el tema.

Los estudiantes llegaron a la conclusión de que “ya no hay tantos estereotipos como se creía, ya que existe una libertad de pensamiento hacia los temas que antes no estaban socialmente aceptados. Lo cual ayuda a que los viejos no sientan que sus deseos son malos y tengan que reprimirlos”.

Mujeres adultas mayores más sanas que los hombres

El equipo que investigó el Deterioro físico de la adultez desechó la hipótesis de que el grupo más vulnerable a las enfermedades eran la mujeres, pues concluyó, luego de encuestar a los cuidadores de adultos mayores, que en la Ciudad de México la población más afectada es la de los varones con 52%, y no la de las mujeres que obtuvo 48 por ciento.

De acuerdo con su trabajo, 64% del deterioro físico en las personas mayores en general está relacionado con la edad y 34% con la genética. Ambos géneros padecen casi el mismo porcentaje de diabetes (mujeres 27%, hombres 24%); sin embargo, las mujeres padecen también y en mayor medida de depresión (12%), artritis (10%), cáncer en general e hipertensión (8%) más que los hombres. Los varones padecen después de la diabetes cáncer de próstata (22%), hipertensión (20%) y enfermedades cardiacas (6%).

En referencia a los aspectos psicológicos, se encontró que las mujeres tienen mejores hábitos de vida (24%) que los hombres (6%), se adaptan mejor a sus actividades diarias (22%) que los hombres (12%), y afrontan de manera positiva su enfermedad (20%) casi al igual que los hombres (21%).

Adultos mayores hombres vs. homosexuales

En la actualidad es más común observar a parejas del mismo sexo demostrarse mutuamente su afecto; sin embargo, todavía pueden presentarse actitudes negativas hacia la homosexualidad por parte de los adultos varones que se encuentran en la etapa de la adultez tardía. Al menos esta es la hipótesis del equipo que desarrolló la investigación Prejuicios de los adultos mayores hacia personas homosexuales.

Con base en la escala tipo Likert, los resultados rechazaron esa hipótesis en tanto que 50% de la muestra masculina respondió estar “de acuerdo” en las relaciones homosexuales, mientras que 37% de las mujeres encuestadas se encuentran en el rango “Moderado”, “por lo que podemos asumir que hubo respuestas indecisas, y no precisamente prejuiciosas o no prejuiciosas”. En el caso de las mujeres, 6% de la muestra contestó estar “totalmente en desacuerdo”, en tanto que los varones no obtuvieron porcentaje alguno en esta respuesta.

Se concluye entonces que “los hombres presentan mayor aceptación hacia parejas homosexuales, pues en su mayoría se posicionaron en el rango: “De acuerdo”.

Matrimonio en adultez joven y media

En una aproximación sobre la situación del matrimonio en la adultez joven y media se presentaron dos análisis durante la jornada. 

El trabajo El matrimonio en la adultez media asegura que este vínculo es algo complejo de definir, ya que cada persona y perspectiva lo conciben de manera diferente; sin embargo, se “fundamentará qué significa, qué lo constituye, cuáles son los roles y cómo se puede orientar a los adultos medios a solucionar y evitar algunos problemas o rupturas maritales”.

Luego de identificar las concepciones en las que se entiende este tipo de unión (espiritual, psicológica, religiosa y legal), de reconocer a través de la Teoría triangular del amor, de Robert Jeffrey Sternberg, los factores que involucra el amor (pasión, intimidad, compromiso) y los aspectos de función y rol en el matrimonio, se llegó a la conclusión de que “es arduo de analizar ya que tenemos que especificar factores, contexto, cultura, perspectiva, entre otros. En la adultez media son factores vitales que constituyen el amor para forjar un matrimonio estable y con buena calidad de vida”.

La exposición Ruptura del vínculo matrimonial en adultos jóvenes estimó que “se considera que la edad de los adultos jóvenes que contraen matrimonio está relacionada con los años que dura el contrato nupcial”.

La práctica se fundamentó con datos proporcionados por el Inegi sobre divorcios en el país, y con un estudio descriptivo cuantitativo en una población de adultos divorciados, elegida de manera aleatoria.

Las conclusiones confirmaron la hipótesis propuesta toda vez que sí se encontró una correlación positiva entre las variables: edad en la que se casaron y duración del contrato nupcial. El riesgo de separación entre las parejas es mayor durante los primeros 15 años de matrimonio. Se observó que las personas que contrajeron matrimonio a una edad más temprana, tuvieron un promedio menor de duración de su unión legal, y conforme avanza la edad en la que las personas contraen matrimonio, éste tiende a ser más duradero.

Del duelo a la resiliencia

Un tema delicado de abordar porque se habla de pérdidas físicas y se entretejen sentimientos diversos es el duelo, entendido como el proceso psicológico relacionado con una pérdida. Los trabajos de investigación de los jóvenes universitarios se refirieron al tema desde tres diferentes escenarios. 

El primero ante la pérdida de un hijo, en el que se hizo referencia al proceso del duelo por el que atraviesan los padres al perder un hijo, y la intervención de especialistas como el tanatólogo y el psicólogo educativo en el acompañamiento. 

El segundo escenario trató sobre el duelo y la inclusión en familias de niños con síndrome de Down. Se hizo referencia a las etapas de duelo (negación, ira, negociación, depresión y aceptación) en la familia con un miembro con trisomía 21 (la familia no espera un hijo con esta discapacidad) y el papel y trabajo del psicólogo educativo para lograr la inclusión del niño en la escuela para “canalizar la situación a un profesional en el área, y realizar adecuaciones curriculares con el fin de fomentar el desarrollo del sujeto”, concluyen.

La última exposición sobre el tema se refiere al duelo por la pérdida de un hijo adolescente por suicidio. El estudio de caso identificó las etapas de duelo en los padres del joven, y concluyó que “aunque existan diferentes modelos del proceso de duelo no importa cuál se tome como referencia ya que en todos se ve reflejado el progreso. Por último el duelo no siempre es aceptado o asimilado, lleva su tiempo y en ocasiones puede durar más, en otras menos o simplemente no existe”.

Para más información sobre los trabajos de los estudiantes en el coloquio, se puede visitar el siguiente enlace: https://coloquiodesarrollo.wixsite.com/-xiv/programa