El libro se deriva de “uno de esos experimentos que de repente nos da por hacer cuando tratamos de formar sujetos reflexivos”, señaló el académico Juan Mario Ramos Morales, uno de los tres coordinadores del texto.

“Pusimos en juego un espacio para que los estudiantes de la Maestría en Educación Básica de la UPN empezaran a escribir casos a los que se habían enfrentado en su práctica profesional docente frente a grupo, en el ámbito administrativo o de orientación educativa para que reflexionaran, pensaran o trabajaran a partir de ellos.

Reflexiones y planteamientos de casos reales

“Sin embargo, pensando un poco más allá, estos textos se los proporcionamos a los estudiantes de la Licenciatura en Pedagogía de la unam, de primero y segundo semestres, para que ellos reflexionaran sobre esos casos reales y plantearan algunos ensayos acerca de cómo resolver las diferentes problemáticas.

“Este libro reúne trabajos que aportaron mucho a los estudiantes en su formación y los desvela como autores”. En total son siete relatos y ocho ensayos de estudiantes de la maestría.

“Se trata de un conjunto de textos densos en el sentido de que hay muchas cosas por debatir, comentar, analizar; son textos muy ricos y celebro el hecho de que sean de alumnos que apenas comienzan su proceso de formación profesional”, comentó Verónica Abigaíl Hernández Andrés, integrante del Colegio de Profesores del Área Académica 2, quien fue la encargada de presentar el libro.

Documento que une intervención e interpretación teórica

Hernández explicó que la obra “une dos cuestiones: la intervención metodológica y pedagógica, y la interpretación teórica [que hacen los estudiantes], centrándose en aspectos muy particulares [de sus investigaciones], para construir una interpretación fundamentada en los teóricos que abordan los temas de la disciplina, la práctica docente, la escuela, la homogeneidad que existe en los espacios escolares, y la burocracia”.

Los relatos de los profesores “poseen la misma cualidad, son maestros tradicionalistas con una gran preocupación por no ser como sus maestros, pero no se define qué es y que no es un maestro tradicionalista.

“Otro aspecto interesante es que escriben de manera honesta y clara; el maestro se ve expuesto de manera descarnada con respecto de lo que hace y ese es un valor muy grande que nos permite ver a los lectores lo que está pasando en el aula”.

El primer relato, explicó, “se centra en un alumno problema en una secundaria técnica, pero a través de eso se devela un mundo rutinizado, de rituales y maneras mecanizadas, de protocolos obsoletos, rutinas que a fuerza de ser repetidas cada año olvidan el sentido pedagógico, ese que va más allá de la consecución de resultados.

La rutina no enseña nada

“La expresión que el profesor recoge de su alumno, en relación a que no aprende nada y si lo hace le da miedo participar en clase, es escalofriante por cotidiana, porque parece que nos las hemos arreglado para que la escuela acabe siendo un lugar en el que no se entiende nada, y cuando se logra la relación en el aula, aterroriza tanto que termina acallando al sujeto, no sólo con el docente sino con los propios compañeros”, afirmó.

Este primer relato cuenta con dos microensayos, uno se refiere a la relación de contenido con realidad; “es decir, mucho de lo que pasa cuando los alumnos no entienden nada, tiene que ver con el hecho de que dentro del aula (se tratan temas, contenidos) que están muy alejados de la realidad de los chicos”.

El segundo microensayo, “presta mucha atención al asunto de la comunicación y el bajo rendimiento. Claramente se observa en este caso cómo dentro del aula hay ordenamientos pero no hay comunicación”.

El segundo relato tiene como tema central la evaluación pero también aborda la toma de conciencia y la intervención. “La narración pone al descubierto que sigue habiendo una serie de problemáticas en la escuela generadas por una institución vertical y burocrática en la que se observa de manera tan común que los profesores aporten el material con el que trabajan ¿por qué?, ¿no se supone que los debe proveer la escuela?”.

El microensayo se centra en la formación y práctica docente para crear propuestas educativas y habla de las condiciones desfavorables que enfrentan los profesores en su práctica cotidiana.

El tercer y cuarto relatos, comentó la académica, son autobiográficos, uno de ellos es “conmovedor, evoca escenas en las que nos sentimos identificados con él.

“Vemos que a pesar de lo negativo que puede ser el asunto de la escuela, también ocurren situaciones positivas; yo he visto que si algo cambia la vida de un alumno es un comentario, un acercamiento, algo que hace un profesor y no es la cuestión de que sepa mucho, sino la disposición, el diálogo, la comunicación que establece con los alumnos lo que logra el cambio. El microensayo toma la línea de la formación de las finalidades individuales, habla sobre los fines educativos y los fines que los alumnos trazan”.

Proyecto de vida y la escuela

El cuarto relato hace un rápido recorrido por la biografía escolar del autor y su práctica docente; es multidireccional y aborda los problemas por los que atravesó en su formación docente. El microensayo se centra en la construcción del proyecto de vida a partir de los problemas sociales que interrumpen esa construcción, y la función de la escuela como un espacio para educar y socializar.

El quinto relato “rescata la experiencia profesional en el campo de la formación continua y la actualización de profesores; habla de las resistencias, el desinterés, los tiempos violentados por otras prioridades; incluye las disciplinas y el aspecto pedagógico. El ensayo hace una pesquisa desde adentro de la reflexión”.

El relato seis “habla de la labor del maestro como orientador, se centra en un joven con problemas escolares al grado de la expulsión al que al final lo sobrepasan los problemas familiares y el desinterés y apatía de sus colegas. El microensayo se centra en el tema de la disciplina y la construcción democrática y de no violencia. Aporta sobre la disciplina como sistema de regulación desde una perspectiva de equilibrio entre las partes involucradas”.

Finalmente, el relato siete “presenta una experiencia concreta con una maestra de Geografía que desde hace varios años ha buscado la manera de introducir a sus alumnos en una disciplina que para muchos no abona nada y por la que no hay mucho interés; sin embargo, habla sobre los cambios que ha realizado en los procesos de enseñanza-aprendizaje. El microensayo reflexiona sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje, hace un acercamiento crítico a la práctica del profesor y resalta la importancia del aprendizaje significativo”.