Durante la presentación de la obra Estrategias educativas para la convivencia escolar de los adolescentes. Un enfoque de sistemas complejos, de María Guadalupe Velázquez Guzmán y Felipe Lara-Rosano, que se realizó en el auditorio A de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) Unidad Ajusco, María del Carmen Saldaña Rocha, académica de esta institución, explicó que “de acuerdo con datos del inegi de 2015, 25.7% de la población total que reside en México, cerca de 30 millones de personas, tiene entre 15 y 29 años de edad, de ahí la importancia de conocer el tema que aborda el libro.
Destacó que México es un país todavía joven, por lo que estudiar las relaciones de ese segmento de la población dentro de la escuela con el propósito de buscar una sana convivencia, es de mucha utilidad tanto para los docentes como para aquellos que se están formando en el campo de la pedagogía.
En este sentido, Saldaña Rocha sostuvo que “el libro que nos ocupa ofrece con mucha claridad a lo largo del desarrollo de sus ocho capítulos, elementos que permiten la comprensión de una problemática de gran complejidad: la convivencia escolar.
Para la académica, en el texto se plantea la identificación de sistemas, de qué manera se comportan y cuál es su papel, al mismo tiempo que se responde a la interrogante de cómo debería de guiarse a los estudiantes para promover la convivencia, pues “no basta tener reglas y actuar desde lo coercitivo, sino desde la posibilidad que tienen los adolescentes para encontrar coherencia entre dos importantes procesos: el saber individual de la regla por parte de los alumnos, y el saber ético-práctico y su liga con las formas de reglamentación comunitaria”.
Atender los conflictos
Comentó que esta investigación invita a reflexionar sobre lo que sucede dentro del aula, dentro de la institución escolar, y a atender los conflictos que se dan dentro del espacio escolar, de manera certera, para crear una mejor sociedad con la participación de los propios jóvenes.
En este punto coincidió María de Lourdes García Vázquez, profesora del Área Académica 5, quien aseguró que “los autores buscan identificar los procesos educativos que permitirán a la escuela reconstruir los procesos de agresión aprendidos por los estudiantes y los significados sociales fundados en un análisis sistémico de tres niveles: social, grupal y personal.
“A partir del análisis de tres intervenciones y la definición de las nociones de una propuesta de un modelo sistémico para la intervención educativa, el libro finaliza con cinco importantes e interesantes propuestas que se orientan a mejorar los valores para cambiar el patrón social agresivo hacia uno cooperativo a nivel de escuela”.
Por su parte, Iván Escalante Herrera, coordinador del Área Académica Teoría Pedagógica y Formación Docente, destacó la riqueza conceptual y práctica del libro, pues “independientemente de la temática específica que aborda, nos da elementos para una reflexión y análisis para nuestro propio campo profesional”.
De acuerdo con Escalante Herrera, hay una parte muy importante dentro del libro que tiene que ver con el modelo sistémico de intervención, considerando los ejes que proponen los autores: el ámbito de la organización escolar, la identificación del sistema de relaciones al diagnosticar un problema, la determinación de los objetivos educativos de la intervención, la identificación y análisis del entorno problemático específico y el estudio de los resultados emergentes.
“La sensación que le queda a uno al terminar la lectura es que es un libro muy propositivo, además nos da pautas de cómo actuar, algo que es de un gran valor porque nos lleva a buscar otras opciones y recursos, pero con una guía y pauta metodológica que a mí me parece muy importante, lo que podría influir en la formación de nuestros estudiantes.
Al hacer uso de la palabra, María Guadalupe Velázquez Guzmán señaló que actualmente hay muchas publicaciones respecto al tema, pero lo que hace diferente a este libro es el enfoque de la complejidad o, dicho de otro modo, “cómo a partir de las interrelaciones, de la reorganización y reorientación de los sentidos, podemos encontrar resultados no precisos, sino creativos, sugerentes, de los propios participantes en la intervención”.
Por otro lado, Felipe Lara-Rosano, el otro autor del texto, explicó que lo que se propone con el trabajo presentado es “un sistema adaptativo complejo, que no es rígido y que no está atenido a objetivos dados por alguien en la jerarquía burocrática, sino que es un sistema que extiende sus antenas al exterior para captar cómo está la juventud, cómo es la diversidad biopsicosocial de los estudiantes. Un sistema que ve cómo está la problemática, a veces autogestiva, a veces de violencia o de jerarquía, entre compañeros de clase”.
El libro Estrategias educativas para la convivencia escolar de los adolescentes. Un enfoque de sistemas complejos puede descargarse de manera gratuita a través del link goo.gl/DT7kda