BOLETÍN 043/2020

 

Ciudad de México, 28 de junio de 2020

 

De cara a la nueva realidad laboral, la STPS publica

el Programa Sectorial 2020-2024

 

  • La dependencia federal y sus organismos sectorizados priorizaron cinco objetivos estratégicos, entre los que destacan lograr la inclusión de jóvenes a través de la capacitación en el trabajo e impulsar el diálogo social, la democracia sindical y la negociación colectiva auténtica

 

  • Busca romper el paradigma de exclusión, imperante en años anteriores, e incluir a todas las personas en este nuevo proyecto de Nación

 

La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) su Programa Sectorial 2020-2024, derivado del Plan Nacional de Desarrollo, en el que la dependencia federal y sus organismos sectorizados priorizaron cinco objetivos estratégicos que permitirán al sector laboral insertarse en el nuevo paradigma de gobierno y en los cuales concentran sus esfuerzos y acciones.

 

El documento detalla que la dependencia federal busca romper el paradigma de exclusión, imperante en años anteriores, e incluir a todas las personas en este nuevo proyecto de Nación.

 

Los objetivos prioritarios se enfocan, agrega, en reparar el derecho al trabajo digno de las y los trabajadores, que ha sido históricamente vulnerados, al atender problemáticas referidas desde distintos enfoques y con miras a reducir las brechas de género y de desigualdad que existen actualmente en el país en materia laboral. Éstos son:

 

1.     Lograr la inclusión de jóvenes a través de la capacitación en el trabajo.

 

2.     Impulsar el diálogo social, la democracia sindical y la negociación colectiva auténtica, conforme al nuevo modelo laboral.

3.     Recuperar el poder adquisitivo de los salarios mínimos y los ingresos para mejorar la calidad de vida de las y los trabajadores.

 

4.     Dignificar el trabajo y estimular la productividad mediante la vigilancia al cumplimiento de la normativa laboral.

 

5.     Lograr la inserción en un empleo formal de las personas desempleadas, o trabajadores en condiciones críticas de ocupación y personas inactivas con disponibilidad para trabajar, con atención preferencial a quienes enfrentan barreras de acceso a un empleo formal.

 

 “Con la elaboración del Programa Sectorial de Trabajo y Previsión Social 2020-2024 se avanza en la ruta para garantizar el derecho social al trabajo digno, dando cumplimiento a los derechos laborales y humanos consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en los Tratados internacionales en los que México es Parte, entre ellos, la prohibición del trabajo infantil; el disfrute de un salario suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe o jefa de familia; la obtención de un salario igual por trabajo igual, sin importar sexo ni nacionalidad; la duración legal de las jornadas laborales; los días de descanso que deben disfrutar las y los trabajadores; el derecho a la capacitación o adiestramiento; el derecho de asociarse en defensa de sus intereses; así como el combate a la subcontratación abusiva y el subregistro ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, entre otros”.

 

En el “Epílogo: Visión hacia el futuro”, el documento señala que el desempleo o el empleo precario de las y los jóvenes constituyen un desaprovechamiento de capital humano y representan la negligencia de las administraciones pasadas para prestar atención a todo un segmento de la población, por lo que con el Programa Jóvenes Construyendo el Futuro, no habrá ningún joven en el país que no estudie y no trabaje por falta de una oportunidad para su desarrollo por medio de la capacitación.

 

“En 2024, tras haber conseguido el Objetivo Prioritario de lograr la inclusión de jóvenes a través de la capacitación en el trabajo, México contará con una fuerza productiva más especializada, las mujeres tendrán mayores oportunidades de insertarse en el mercado laboral y se contribuirá a la pacificación nacional, todo esto a partir de la articulación y corresponsabilidad entre los sectores público, privado y social”.

 

Asimismo, menciona que con la Reforma Laboral del 1 de mayo de 2019 se tendrá certeza de que los contratos colectivos depositados ante la autoridad registral independiente están activos y son legítimos, al ser respaldados por las y los trabajadores mediante el voto personal, libre, directo y secreto. Además, no habrán huelgas por extorsión ni conflictos irresolubles por la titularidad de un contrato, pues solo los sindicatos auténticos que cuenten con líderes representativos, elegidos democráticamente en urnas, podrán negociar a nombre de las y los trabajadores. La libertad sindical y la negociación colectiva auténtica serán la regla y no la excepción.

 

En la recuperación del poder adquisitivo, el Programa Sectorial vislumbra que, al término del sexenio, existirá una mejoría en los indicadores de crecimiento económico y desigualdad, asociado con la recuperación de los salarios mínimos y el incremento de los ingresos familiares. El incremento del salario mínimo incidirá en la reducción de la pobreza y será un elemento de contención a la informalidad.

 

“La dignificación del trabajo, y aparejado a ella, el estímulo de una productividad basada en la mejora de las condiciones laborales y en el fomento a la actividad empresarial fundamentada en el más estricto apego a una cultura de legalidad y de justicia social, quedará sustentada orgánica y estructuralmente en la mejora, reforma y rediseño de la Inspección Federal del Trabajo y en el fomento masivo de los mecanismos de autogestión y autocumplimiento del marco legal laboral en las empresas”.

 

Con el fortalecimiento de la intermediación laboral y la capacitación para la empleabilidad, agrega, se facilitará la inserción en un trabajo formal de las personas en búsqueda de empleo, en especial de las personas que enfrentan barreras de acceso a un empleo formal.

 

Los esfuerzos que el Gobierno de México ha adoptado durante esta administración, de cara a los grandes cambios que la realidad laboral de este país requiere, y que no tenían precedente alguno, concluye, están encaminados hacia una transformación más profunda, de la que se tiene la firme convicción, será determinante para subsanar aquellas desigualdades históricas con las que el Estado mexicano estuvo en deuda por tantos años.

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