Boletín 306

México, D.F., 16 de Octubre de 2014


• La “Declaración de Lima” exhorta a promover mecanismos contra la informalidad y la desigualdad en la región, a través del trabajo decente.

• Cerca de 500 delegados de 33 países participaron en el foro. La Delegación Mexicana estuvo encabezada por el Secretario Alfonso Navarrete Prida.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) culminó su 18ª. Reunión Regional Americana con la suscripción de la Declaración de Lima, en la que los representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores del continente reconocieron los retos y avances regionales en materia de crecimiento económico, disminución de los índices de desempleo, reducción de la pobreza y mejoramiento de indicadores laborales.

Durante los trabajos, en los que el Secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida, encabezó la Delegación mexicana, los casi 500 representantes de 33 países reflexionaron sobre el desarrollo sostenible con trabajo decente, productividad e inclusión social en la región, además de la transición a la economía formal.

La Declaración de Lima puntualizó que en las Américas sigue habiendo grandes desigualdades y que para superar los obstáculos y avanzar en la creación de empleos de calidad “es esencial que haya respeto por los derechos fundamentales en el trabajo, un entorno propicio para las empresas sostenibles y un diálogo social efectivo basado en la confianza mutua entre los gobiernos y organizaciones de empleadores y de trabajadores representativas e independientes”.

Según los últimos datos de la OIT, en la región existen 130 millones de trabajadoras y trabajadores en condiciones de informalidad, lo que representa casi el 47 por ciento de la población.

En ese sentido, el Secretario Alfonso Navarrete Prida afirmó en la Reunión que la informalidad en el empleo es el principal reto que enfrentan los países del continente, por lo que consideró necesario unificar criterios metodológicos para la mejor comprensión de este fenómeno y, con ello, contar con los insumos adecuados para el diseño de políticas públicas efectivas de formalización.

“El cambio de fondo es reconocer que la informalidad es un fenómeno estructural, por lo que resulta de suma importancia generar políticas públicas y mecanismos que fomenten la productividad, las cadenas de valor, el apoyo a las vocaciones productivas regionales y estrategias gubernamentales para la redistribución equitativa del ingreso, y diálogo social” afirmó el encargado de la política laboral mexicana.

Adicionalmente, Navarrete Prida reiteró la voluntad del Gobierno de México para generar estrategias comunes que impulsen la transición a la economía formal en el orbe, y alentó a los gobiernos del continente a seguir construyendo un ambiente propicio que promueva la inversión, la constitución de nuevas empresas formales, y con ello contribuir a la generación de más y mejores empleos.

En su discurso de clausura, el Director General de la OIT, Guy Ryder, afirmó que: “es muy importante que desde las Américas mandemos al mundo un mensaje común, tripartito, que no hay desarrollo que merezca el calificativo de humano sin trabajo decente, y la democracia sólo se fortalece si hay mejores empleos para todos”.