Canciller Luis Videgaray: Muy buenos días, bienvenidas y bienvenidos a la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Quiero empezar agradeciendo la presencia de los Presidentes de las Cámaras del Congreso de la Unión; de la Cámara Alta del Senado de la República, el Senador Ernesto Cordero y del Diputado Ramírez Marín, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.

Su presencia aquí señores legisladores pone en manifiesto la importancia que el poder legislativo le ha dado a las Naciones Unidas, al multilateralismo y por supuesto ala política exterior mexicana que mucho agradecemos.

Al saludarlos a ustedes también saludos por supuesto la presencia del señor Diputado, Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Diputado Víctor Giorgana, muchas gracias Presidente y a la Presidente de la Comisión de Asuntos Multilaterales del Senado, Senadora Laura Rojas, gracias Senadora por estar aquí. Por supuesto a Antonio Molpeceres y a todo el equipo de Naciones Unidas y a todas las instituciones aquí representadas, gracias por estar aquí con nosotros y gracias por estar en México siempre.

Saludo con gran respeto y admiración a la Embajadora Olga Pellicer, gracias Embajadora por estar aquí y por su mensaje, nos da reflexiones oportunas y actuales que agradecemos enormemente.

Saludo a todo el cuerpo diplomático, saludo cordialmente a los muy distinguidos Embajadores Eminentes y Eméritos que están el día de hoy aquí, los Embajadores Eméritos, Don Sergio González Galvez, Don Carlos de Icaza, que además es Subsecretario de Relaciones Exteriores.

A los Embajadores Eminentes Eduardo Ibarrola, Claude Heller, gracias por estar aquí, y a todo el cuerpo diplomático presente muchas gracias.

Saludo de manera muy respetuosa y con gratitud al cuerpo diplomático acreditado en México muchas gracias Embajadoras y Embajadores por estar aquí, es muy significativa su presencia, siempre acuden ustedes al llamado de la Cancillería, para mí es un privilegio contar con ustedes el día de hoy. Y agradezco por supuesto al grupo d colaboradores de la Secretaría y representantes de los medios de comunicación.

Quiero empezar como lo han hecho ya, quienes me antecedieron al uso de la palabra, agradeciendo la colaboración decidida y útil de Naciones Unidas, de su Secretario General Don Antonio Guterres, del señor Mark Lowcock, titular de la oficina de la ONU para la coordinación de asuntos humanitarios, por supuesto de Antonio y de todo el equipo en México por la ayuda generosa que nos dieron y eficaz, ante los sismos del mes de septiembre.

La ONU reaccionó de manera extraordinariamente rápida. A mí me tocó estar el 19 de septiembre junto con la mayoría de los colaboradores de esta Secretaría que estamos aquí presentes, estábamos en Nueva York, en la sede de Naciones Unidas, cuando llegaron las noticias del terremoto del 19 de septiembre, y estando ahí nos permitió tener el contacto inmediato y en persona, con el Secretario General y con todo el equipo de Naciones Unidas, que en cuestión de horas, estaban ya desplegando apoyo para México, asesorándonos a quién pedirle lo que teníamos que solicitar de lo que estábamos buscando. Enviaron equipos a México, insisto, en cuestión de horas, en algunos casos de días y que hicieron una diferencia.

A todos aquellos que recuerdan a los brigadistas japoneses, israelitas, norteamericanos, españoles, colombianos, en fin, todos los que vinieron, tal vez lo que se sabe poco es que llegaron aquí gracias a la coordinación de las Naciones Unidas, y fue esencial para que llegaran no solamente equipos, sino los equipos correctos, con el equipo correcto, con los materiales necesarios y Naciones Unidas nos acompañó en la coordinación, que es una coordinación compleja, porque de repente hay 25 equipos de distintos países con idiomas diferentes, protocolos, culturas distintas, trabajando a veces en el mismo sitio de derrumbe, representa un reto logístico y ahí estaba Naciones Unidas, para facilitar el proceso para ayudarnos.

Fue un momento de profundo dolor para México, sigue siendo un momento de profundo dolor, pero también fue un momento brillante para entender por qué es valiosa nuestra pertenencia a las Naciones Unidas y al sistema multilateral.

Y para entender el valor de estas construcciones colectivas históricas que conmemoras los 72 años de la creación de las Naciones Unidas. Quiero aprovechar también aquí la presencia de los Presidentes de las Cámaras para, si bien no es el tema, es algo que hay que decirlo, para agradecer el respaldo del Poder Legislativo Federal a la política exterior mexicana y tal vez ustedes no lo sepan pero por primera vez, desde que se tiene registro, tenemos hoy todas las representaciones de México en el exterior, todas las Embajadas, todos los Consulados, todas las Misiones ante organismos multilaterales con titulares nombrados y ratificados por el Senado de la República.

Es algo que nunca había ocurrido por lo menos hasta donde alcanzan los registros de la Cancillería. Y esto es gracias al trabajo del Senado particularmente, de las comisiones de Relaciones Exteriores que hoy quiero agradecer, Senador Cordero, ya lo hice en mi comparecencia, pero lo quiero hacer una vez más.

Gracias a eso ahora les vamos a mandar nombramientos de Embajadores este año, entonces sabemos que tienen una agenda muy complicada, políticamente en un momento que me atrevo a calificar de interesante, así es que no habremos de congestionar más esa agenda, pero si me atrevo a reiterar que hay un importante número de instrumentos internacionales que están pendientes de ratificación y estamos seguros de que en el Senado estarán muy pronto de darles el trámite correspondiente.

Quiero agradecer y reconocer el trabajo del Senado de la República y particularmente el trabajo de la Senadora Rojas y la creación del grupo para la agenda 2030, esto que estamos haciendo para encausar todos los esfuerzos de la política pública hacia el cumplimiento de esta agenda no puede hacerse sin el acompañamiento legislativo y el Senado de la República está jugando un papel de liderazgo con iniciativa propia que muchos ya conocemos.

Y ya que estamos hablando del Senado, no puedo dejar de agradecer, reconocer y sobre todo celebrar ese gran logro de la diplomacia parlamentaria mexicana que es la elección de la Senadora Gabriela Cuevas de México, como Presidenta de la Unión Interparlamentaria, es la ´primera vez que México preside la junta parlamentaria y es a través de una mujer, y por cierto de presidente a presidente (inaudible) muchas felicidades para el cuerpo diplomático, para la Secretaría de relaciones Exteriores es un privilegio acompañar al Senado de la República en este esfuerzo exitoso de la diplomacia internacional.

Ya han dicho varios de los que han hecho uso de la palabra antes de mí, estamos viviendo un momento de definición, un momento crítico, de grandes retos, por el contexto internacional y quiero referirme particularmente a uno, que ha sido el tema (inaudible) en las reuniones previas, que es el reto para el multilateralismo.

Cuando surgen voces en todo el mundo que cuestionan la necesidad, la eficacia o la relevancia de la arquitectura multilateral. Es un hecho que hoy hay una creciente población insatisfecha con los resultados que le ofrece la política pública, desde la crisis financiera de 2008 a 2009, el empleo en los niveles adquisitivos, particularmente en países desarrollados, no se han podido plenamente recuperar. A esto se agrega una creciente automatización y desplazamiento de mano de obra por nuevas tecnologías. Una tendencia que solamente  habrá de acelerarse con forme la inteligencia artificial ocupa espacios cotidianos en la economía y en la vida.

Estos factores son el verdadero origen de una profunda frustración social, sin embargo el rechazo de esta situación ha generado oportunidades de capitalización política con discursos incorrectos que no se sustentan en los hechos que son más bien chivos expiatorios, se critica al comercio, se critica  la migración y se critica al multilateralismo.

Y esto no es solamente culpar al multilateralismo, las pruebas reales que tiene mucha gente en el mundo, particularmente en los países desarrollados en Europa, en Estados Unidos, no solamente es incorrecto desde el punto de vista moral, es incorrecto en los hechos, es un mal diagnóstico, es un mal análisis y por ello, quienes creemos en el multilateralismo debemos alzar la voz y combatir estas ideas, que son ideas profundamente incorrectas y muy peligrosas.

Ante el cuestionamiento al multilateralismo es preocupante ver el surgimiento de nacionalismos exacerbados, nacionalismos profundamente irracionales, que se traducen lamentablemente en resultados electorales y por lo tanto en Gobiernos que abiertamente cuestionan la arquitectura multilateral.

De pronto, nos enfrentamos a dilemas que son falsos, como tener que optar entre la defensa de la soberanía o el apoyo y pertenencia al sistema multilateral.

México es un país soberano con profunda vocación multilateral, porque entendemos que la soberanía se ejerce a través de nuestra pertenencia y participación en el sistema multilateral.

La soberanía no puede darse en el vacío y las naciones no pueden simplemente coexistir en un entorno transaccional, enfrentando retos comunes, retos que son mucho más grandes que todos nosotros. Y solamente los vamos a enfrentar con éxito como humanidad si estamos dispuestos a trabajar juntos de manera permanente, estable y guiarnos por principio y valores superiores. En ese sentido la soberanía del estado o nación, no es un valor ni absoluto ni restrictivo, es el punto de partida para la creación de un sistema eficaz de instituciones multilaterales.

Y es cierto, no es un sistema perfecto, no somos los primeros en señalarlo, sin embargo la solución no puede ser su abandono, ni su descredito.

Hoy, a 72 años de la creación de Naciones Unidas estamos llamados aquellos que creemos en que el multilateral es el verdadero camino para la preservación de la paz, para la construcción del desarrollo y para el legado de las próximas generaciones estamos obligados a defenderlo hoy más que nunca. Y por supuesto, defender el multilateralismo significa defender a las Naciones Unidas y creer en las Naciones Unidas como lo ha hecho México desde su origen; un país comprometido con los principios y propósitos de la ONU, y como decía la Embajadora Pellicer hace un momento, la ONU ha sido para México un espacio privilegiado para nuestra diplomacia.

Aquí están con nosotros uno de nuestros más distinguidos diplomáticos, y prácticamente todos han pasado por esas extraordinarias escuelas de la diplomacia, algunos como Miguel Ruiz Cabañas cuando tenía 14 años, que son las Misiones de México en la ONU tanto en Nueva York como en Ginebra.

La ONU ha sido un espacio generoso para México, y México sigue siendo un participante hoy más que nunca en los temas de la ONU, algunos ejemplos han sido ya mencionados, uno que ha sido de particular relevancia para un país que hoy es origen, conducto, destino, y país de retorno de migración es el Pacto Mundial para la Migración.

Tenemos el privilegio de ser cofacilitadores de este proceso, la próxima conferencia preparatoria, por cierto, será en México,  Puerto Vallarta del 4 al 6 de diciembre y es muestra de que creemos en este proceso, y que estamos convencidos que el fenómeno migratorio que ha cambiado, que es más relevante, que es más complejo, requiere un marco normativo global, y un marco normativo global solamente se puede dar a través de Naciones Unidas. Por eso estamos trabajando activamente para construir este pacto global.

Es un pacto global que tiene un principio fundamental: reconocer los derechos humanos de todos los migrantes, con independencia de su estatus o condición migratoria. Esto debe ser un principio para reconocer las aportaciones que hacen los migrantes, insisto, con independencia de su estatus legal, y la necesidad de protegerlos y la necesidad de proteger su dignidad, y por supuesto defender sus derechos.

México está profundamente comprometido con la agenda 2030, y hemos decidido, por instrucciones del Presidente Enrique Peña Nieto, y si así lo dispone el Poder Legislativo, que la Agenda 2030 se convierta en el eje programático, no solo para las decisiones presupuestales a corto plazo, sino para la elaboración de los Planes Nacionales de Desarrollo en 2019 y 2025; es decir, esto está ya en consideración del Poder Legislativo por iniciativa del Presidente Peña Nieto, la Agenda 2030 se va a convertir en la agenda fundamental para la planeación de nuestro desarrollo.

México cree que la ONU debe ser el espacio para tratar los verdaderos problemas del hoy y del mañana, particularmente las tecnologías exponenciales que están cambiando la relación entre trabajo y capital. Por eso estamos encabezando este proceso a través de nuestra representación en Naciones Unidas y creemos que Naciones Unidas es el foro idóneo para discutir este tema que es fundamental de esta insatisfacción que existe hoy en el mundo tanto desarrollado como en desarrollo.

Reiteramos nuestro compromiso irrestricto, absoluto para combatir el cambio climático y ser uno de los países protagonistas del Acuerdo de Paris.  El Acuerdo de Paris  no es perfecto, pero es un paso significativo que no se puede denegar, y nada se logra, nada resulta, saliendo de manera irreflexiva de él. México está comprometido y habremos de seguir promoviendo su éxito. Estará el Presidente Enrique Peña Nieto en Paris, en diciembre, el 12 de diciembre, el día de la Virgen de Guadalupe, a convocatoria del Presidente Macron en una nueva reunión para promover la agenda del cambio climático y la vigencia plena del Acuerdo de Paris.

Y por cierto, un elemento fundamental contra el cambio climático significa nuestra responsabilidad regional, reconociendo que México también es una nación no solamente latinoamericana sino caribeña, y hoy una de las regiones más afectadas de acuerdo al Banco Mundial, de hecho, la más afectada económica y socialmente por el cambio climático es El Caribe; y como lo dijo el Presidente hace unos días en Belice, México quiere y tiene que hacer más, no solo para prever las consecuencias de los desastres sino para prevenir y mitigar los riesgos.

Participamos y seguiremos participando en las Operaciones para el Mantenimiento de la Paz, promoveremos junto con el Secretario Guterres el concepto de paz sostenible a través del Grupo de Amigos de la Paz Sostenible en Nueva York en Naciones Unidas; y por supuesto, con entusiasmo, con convicción, hemos sido uno de los países promoventes del Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares.

Este Tratado es uno de los tratados que están a consideración del Senado de la Republica, estamos seguros que pronto habrá de ser aprobado, si no ven otra cosa señores Senadores; y habrá de confirmar que México es uno de los primeros países en ratificar este instrumento. Un instrumento que es plenamente consistente con lo mejor de nuestra tradición diplomática, incluyendo el Tratado de Tlatelolco, que este año celebramos sus 50 aniversario de vigencia.

En materia de derechos humanos,  reafirmamos que creemos en el escrutinio internacional como un instrumento eficaz y poderoso para superar los muchos problemas que tenemos. Por eso, somos un país abierto a la revisión de los mecanismos internacionales, incluyendo los de Naciones Unidas.

Un tema particularmente importante es el tema del tráfico ilícito de armas y el problema mundial de las drogas, donde México a través de Naciones Unidas promueve un enfoque integral de corresponsabilidad para atender eficazmente estos retos. Aquí quiero detenerme particularmente para decirle que el Gobierno de México, a todo el mundo, incluyendo a los Estados Unidos de América, proponemos un enfoque de corresponsabilidad, lo hemos dicho y lo volvemos a decir, un enfoque de culpabilidad mutua en el que un país reclama al otro ser el origen de las drogas y el otro país le reclama al otro ser el origen de la demanda y la razón por la cual hay violencia, si bien es un enfoque de validez argumentativa , es un enfoque que no va a solucionar los problemas.

Lamentablemente ayer volvimos a escuchar una expresión de esta naturaleza, rechazamos este enfoque. México propone a Estados Unidos una vez más, un enfoque de corresponsabilidad, entendiendo que enfrentamos organizaciones trasnacionales, que es un solo mercado y que tenemos que enfrentar y atender de manera sistemática la oferta y la demanda, los canales de distribución allá y acá, el financiamiento, la proveeduría, es un solo problema, y es un problema que no vamos a derrotar si seguimos repartiendo culpas.

Quiero agradecer por todas estas razones la presencia de 24 agencias especializadas, fondos y programas en nuestro país, han sido verdaderos compañeros de viaje en las mejores causas de México en el sistema de Naciones Unidas, no solamente se cumplen 72 años de la fundación de Naciones Unidas, son por ejemplo 40 años de la FAO en México, 35 de la presencia de la oficina del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) y así, son décadas enteras de contar con su presencia.

Quiero reiterar que México cree en Naciones Unidas, no porque sea un sistema perfecto como lo ha reconocido el propio Secretario General, y apoyamos con entusiasmo la propuesta de reforma administrativa, y como lo dijo ya también aquí  el Senador Cordero, seguimos impulsando una reforma al Consejo de Seguridad, que lo amplíe y que restrinja, por lo menos para temas fundamentales el uso del veto.

Estas imperfecciones del sistema deben ser motivación para estar más involucrados y no menos.

Quiero aprovechar el uso de esta tribuna para referirme a un tema que no tiene nada que ver con Naciones Unidas pero es un tema importante para el contexto internacional que es la situación en Cataluña. Hace unos momentos el parlamento catalán ha emitido un voto en este sentido y quiero reiterar la posición del Gobierno de México, de la Secretaría de Relaciones Exteriores respecto a este tema, diciendo dos cosas puntualmente:

La primera; México no habrá de reconocer una declaración unilateral de independencia catalana.

En segundo lugar, como lo dijo Donald Tusk hace unos minutos, hacemos votos para que este profundo conflicto de un origen histórico complejo se resuelva a través de la fuerza de los argumentos, no a través de los argumentos de la fuerza.

Hace un momento Jorge Carlos Rodríguez Marín decía que recordaba que cuando ocurrió el final de la guerra fría y la caída del muro de Berlín se puso de moda esta tesis de Fukuyama sobre el fin de la historia y todo el mundo hablaba de eso, hoy es una curiosidad en el olvido. Sin embargo, hoy, hay algo que  a mí me preocupa más, y lo que voy a decir es una opinión estrictamente personal; creo que el problema no es el fin de la historia, creo que el problema más grave que estamos viviendo es el olvido de la historia.

El olvidar que después de las dos grandes confrontaciones armadas y destructivas que ha vivido la humanidad, surgieron estas construcciones multilaterales y pacificadoras, que nos han permitido de manera compleja y difícil, no siempre eficaz a plenitud resolver los conflictos de manera pacífica y evitar conflagraciones de otro orden. Y así sobrevivió a la Guerra Fría,  y así, se han podido evitar conflictos que hubieran sido altamente destructivos sin estas construcciones.

Hoy pareciera que a 72 años de su formación se olvidad por qué existen estas construcciones multilaterales y se olvida por qué existen las Naciones Unidas, a México no se le olvida, México cuenta con Naciones Unidas y Naciones Unidas cuenta con México.

Muchas gracias.