Quiero saludar en primera instancia a Salomón Achar, Presidente del Comité Central por esta invitación, desde luego a Marcos por abrir este espacio y recibirnos el día de hoy y a todos los líderes de las distintas expresiones de la comunidad judía en México.

Preparé una intervención inicial con algunas ideas, pero lo que es más de interés para mí y para mi equipo que está aquí, es escucharlos y poder intercambiar puntos de vista y tener su consejo y su retroalimentación para no sólo lo mucho que podemos y debemos seguir trabajando juntos y cada vez explorar nuevos proyectos y nuevas oportunidades, sino para que mi intervención en Washington el lunes refleje también todo lo que esta relación tiene de positivo y podemos y debemos proyectar.

Existen diversos paralelismos entre la experiencia judía en México y la experiencia mexicana en Estados Unidos y quisiera hoy destacar dos en particular, el primero es que se trata de dos historias de migrantes, dejar el país donde uno nace, donde están enterradas sus gentes y sus antepasados, no es una decisión que se toma a la ligera, una persona, una familia que se plantea la opción de migrar, toma en cuenta muchísimos factores desde luego económicos, sociales, políticos y religiosos.

Antes de tomar esa decisión y emprender una travesía para iniciar una nueva vida y buscar nuevas oportunidades en otro país y esa travesía se ha convertido en una experiencia determinante para miles de judíos y para miles de mexicanos, también, que han emigrado a Estados Unidos y que al llegar a su destino los obstáculos o los retos que enfrentan y han enfrentado los migrantes judíos en México, particularmente del siglo pasado o los mexicanos emigrando a Estados Unidos, son también muy similares.

Por un lado la idea de estar en una tierra ajena, a veces de sentirte excluido, se superar esos retos para integrarte y para integrarte preservando la identidad religiosa, la identidad en todos sentidos.

A lo largo de este proceso la historia de las comunidades migrantes, es una historia de perseverancia, de audacia, de mucha valentía para asimilarse, para integrarse sin perder la identidad, pero también para poder superar y vencer estereotipos y estigmas.

También, es cierto que las comunidades migrantes entienden que hay que integrarse en las sociedades de destino, para poder realmente aprovechar las oportunidades y que esa decisión de migrar sea una decisión que a la postre, resulte la mejor decisión.

En general el reto de integración y de la preservación de la identidad es menos difícil para las segundas generaciones que se adaptan mejor a la nueva cultura a la nueva lengua, a las nuevas expectativas, pero también hay migrantes de nueva generación que llegan con sus padres a muy temprana edad y que al alcanzar la edad adulta en ese nuevo país, no recuerdan más que a ese país del cual ya son ciudadanos y que consideran su hogar.

En el caso de la migración mexicana a Estados Unidos, tenemos en este último caso a miles de Dreamers quienes son hoy líderes en sus comunidades que están construyendo todos los días un mejor futuro para sus familias como parte asimilada y como parte fundamental de la sociedad de Estados Unidos y que todos los días nos comparten un ejemplo realmente inspirador.

El segundo paralelismo es que son comunidades resilientes, tanto la comunidad judía mexicana, como la comunidad mexicana en Estados Unidos, son comunidades muy resilientes, ustedes como comunidad han prosperado, han contribuido desde todos los ámbitos, de verdad que no se me ocurre algún ámbito, alguna disciplina donde la comunidad judía en México, no sea un ejemplo y no destaque por su talento, por su compromiso, por todo lo que aporta para el engrandecimiento de nuestro país, es una comunidad también que se organiza que es activa, que propone, que incide, que se asume como una gente de transformación, una gente de construcción activa, de un mejor país y no sólo en beneficio de los integrantes de su comunidad, sino de todo el país y un poco en la comida hablábamos también de cómo en Estados Unidos, por cierto la comunidad judía se ha caracterizado no sólo en estar organizada, para proteger y promover sus intereses de comunidad, sino para construir un país de derechos y de libertades para todas las otras comunidades y las otras minorías.

Esta aspiración y construcción de comunidades resilientes, avanza cada día más en la comunidad  de México, de mexicanos en Estados Unidos, pero es cierto que todavía nos falta un largo camino que andar, a menudo y crecientemente en estos últimos meses, hemos visto cómo los medios Estadounidenses, construyen una imagen errónea de los migrantes mexicanos en Estados Unidos.

Hay mucha desinformación respecto de cómo es nuestra comunidad, incluso de quien integran, de los números y de la dinámica de nuestra comunidad en Estados Unidos y ha venido prevaleciendo esta desinformación y una retórica muy intolerante que no se basa en datos o en información objetiva, sino que más bien echa mano de estereotipos, echa mano de miedos, de visiones preconcebidas respecto de México, de los mexicanos y de nuestra comunidad que realmente han puesto en riesgo la prosperidad de esa comunidad, sus derechos y su capacidad para integrarse y seguir contribuyendo al crecimiento y al desarrollo de Estados Unidos y de México y de la relación bilateral.

Para nosotros en el Gobierno del Presidente Peña, es claro que estamos ante un momento definitorio, no tanto por la coyuntura electoral de Estados Unidos, que desde luego es una coyuntura importante, es una coyuntura que nos ocupa y nos preocupa, pero finalmente es una coyuntura donde nosotros no podemos, lo que sí es que es una coyuntura que nos ha de alguna manera abierto los ojos respecto del tipo de trabajo que tenemos que hacer en Estados Unidos con nuestra comunidad y con la sociedad norteamericana en general para seguir construyendo oportunidades para esa comunidad de mexicanos en Estados Unidos, pero también para seguir fortaleciendo una relación bilateral que es importante, que es estratégica para Estados Unidos, para México y que también es determinante para mantener la competitividad de la región de América del Norte como una región importante y pujante y en crecimiento.

La experiencia a partir de estos meses, nos ha hecho conscientes de que no podemos ignorar de lo que está sucediendo, que no podemos ignorar la vulnerabilidad nuestra comunidad pero que debemos identificar áreas de oportunidad para construir una comunidad más resiliente, una comunidad mejor integrada, una comunidad más empoderada y una comunidad que pueda tener mayores oportunidades de seguir contribuyendo.

Aquí nuestra alianza, nuestra coincidencia con nuestra comunidad judía en México y por supuesto en Estados Unidos es determinante, porque nadie mejor que ustedes sabe que cuando se permiten ataques contra un grupo social, es cuestión de tiempo para que otros grupos sufran los mismos embates y sabemos que la intolerancia, la discriminación , triunfan cuando hay pasividad, cuando hay silencio y cuando no hay voces que se levanten y digan , eso está mal y tenemos que actuar para protegernos todos y seguir construyendo sociedades de derechos tolerantes incluyentes y donde todo mundo pueda construir una vida y una opción de prosperidad y de desarrollo personal, familiar y comunitario.

El Presidente, nos instruyó desde hace meses a todo su Gobierno, desde luego a la Cancillería como la pieza digamos articuladora que diseñáramos una nueva estrategia de acción, de trabajo sistemático, sistematizado en Estados Unidos para proteger mejor a nuestra comunidad, informarla mejor, pero también para darle las mejores herramientas para empoderarse, para que con una visión de coyuntura, pero más de mediano y largo plazo, ser una comunidad que cada vez refleje mejor el peso que tiene, que cada vez pueda promover y proteger mejor los intereses de la propia comunidad, pero también de la relación bilateral y de México como país.

Es una estrategia que tiene objetivos de corto, mediano y largo plazo, que tiene que ver con informar, con promover y proteger interese, con ser más proactivos a partir del despliegue que tenemos en Estados Unidos en articular una relación con distintos autores políticos, económicos, culturales, agentes de cambio en distintas disciplinas, mexicanos, mexicanoamericanos y también norteamericanos que no comparten esas visiones, pero que también han estado callados y que también ha sido espectadores un poco oscilantes de esta dinámica que hemos visto.

En el marco de esta estrategia que realmente ha sido un replanteamiento de nuestro trabajo en Estados Unidos, de la forma en que nos relacionamos con nuestra comunidad en Estados Unidos de hacer una prospectiva y nueva, y revisitar lo que estábamos haciendo en Estados Unidos con una visión de futuro entendiendo la dinámica migratoria que vemos ahora, entendiendo la propia realidad de nuestra comunidad en Estados Unidos, ha entrañado distintas acciones.

Algunas de las más visibles fueron el renovar la titularidad de la Embajada en Washington, hoy tenemos un Embajador, Carlos Sada, que es quizá, una de las personas de la Secretaría de Relaciones Exteriores que mejor conoce Estados Unidos, Carlos Sada ha sido Cónsul General en Nueva York, en Chicago, en Los Ángeles, en San Antonio, además llevó por 4 años la relación de la Embajada de México en Washington con el Congreso de Estados Unidos, entonces es una persona que tiene no sólo el conocimiento, sino la red de contactos personal y el conocimiento personal, también de las distintas realidades de nuestra comunidad en Estados Unidos. Se renovó también al titular de la Subsecretaría para América del Norte, hoy tenemos como Subsecretario a Paulo Carreño.

Además renovamos la titularidad de 29 de nuestros 50 Consulados, por qué, porque queríamos tener  a las personas, a las mujeres y a los hombres que para esta coyuntura, con esta nueva visión de qué tenemos que hacer, tuvieran las herramientas necesarias, la experiencia y el perfil adecuado para poder instrumentar esta nueva visión, esta nueva política y esta nueva estrategia.

Sin duda es mucho lo que el Gobierno debe y puede hacer y estamos haciendo desde hace meses, pero es un esfuerzo donde no puede estar el Gobierno solo, es un esfuerzo que debe involucrar a todos los mexicanos, a todos los agentes que están invertidos en la relación bilateral, a todos aquellos que no están de acuerdo con que haya una retórica intolerante, excluyente, estereotipada de México, de los mexicanos y de nuestra comunidad.

En ese sentido, hemos buscado también convocar a todos los distintos sectores de la sociedad mexicana de la sociedad Norteamericana que nos conoce, gente que conoce nuestra comunidad o que simplemente no comparte esa visión a que sean agentes de información, agentes de construcción de un paradigma más objetivo de lo que es México y lo que es la relación bilateral y en ese sentido la comunidad judía en México y también en Estados Unidos, pero ustedes aquí en México, son un agente importante, son una pieza importante y una pieza estratégica de este esfuerzo.

El Gobierno de México comparte intereses y objetivos también con la sociedad civil judía en Estados Unidos, son muchos y muy significativos, los esfuerzos que ambos, nosotros en la Cancillería y el Gobierno con la comunidad judía, la sociedad civil en Estados Unidos desplegamos para contribuir al bienestar de nuestras comunidades, buscando su integración, la promoción  y la protección de sus derechos.

La Embajada de México y nuestra red consular de 49 Consulados, próximamente 50, trabaja de manera cotidiana con organizaciones como el (inaudible) para mejorar las condiciones de vida y el empoderamiento nuestra comunidad, por cierto, creo que es interesante decirles quiénes son nuestra comunidad en Estados Unidos.

La comunidad mexicana y mexicanoamericana en Estados Unidos es de 35 millones de personas, eso incluye a los casi 12 millones de mexicanos nacidos en México que radican en Estados Unidos e incluye a los mexicanoamericanos de segunda y tercera generación.

Es una comunidad muy grande, es una comunidad que contribuye muchísimo al desarrollo económico, social, cultural de Estados Unidos, incluso los prácticamente los casi 6 millones de mexicanos nacidos en México que están en Estados Unidos de manera irregular, es decir que no están con un permiso de residencia o que no son ciudadanos americanos, incluso esa comunidad, contribuye con miles de millones de dólares anuales en impuestos de pago a la seguridad social, contribuye con su trabajo, es una comunidad que contribuye desde todas las trincheras, incluso el trabajador más vulnerable, que hace una labor o desempeña un trabajo muy medial y muy pequeño, contribuye, desde luego contribuye con su trabajo, pero contribuye pagando impuestos, generando empleo y ni hablar de la comunidad mexicanoamericana que es mucho más amplia que contribuye en general toda nuestra comunidad de 35 millones de personas, pues prácticamente 9 puntos del PIB de Estados Unidos anualmente.

También, 6 millones de empleos directos dependen de la relación bilateral comercial entre México y Estados Unidos y todas estas cosas hay que decirlas y no las hemos dicho ni bien, ni lo suficiente pero era importante que ustedes supieran que cuando hablamos de nuestra comunidad, hablamos de 35 millones de personas, hablamos de casi 12 millones de mexicanos nacidos en México que radican en Estados Unidos.

En 2005 el (inaudible) creó el Instituto Belfort para asuntos latinoamericanos y que tiene como su principal visión establecer coaliciones con las comunidades latinas en Estados Unidos y articular acciones de solidaridad con las comunidades judías de América latina, con motivo del décimo aniversario del instituto (inaudible) en noviembre del año pasado realizó un seminario en la Ciudad de México que tuvo también la presencia del Presidente Peña Nieto y ahí se reconoció la importancia de las aportaciones de la comunidad judía a México a este que es su país y que a través de ustedes, preservar su identidad y sus vínculos como comunidad judía han contribuido ustedes a su crecimiento y a su engrandecimiento desde distintas áreas.

El actor que ha sido el AJC para ser un factor de promoción de una reforma migratoria integral en Estados Unidos que desde luego beneficiaría no sólo a los mexicanos, sino a muchísimos millones más que no son de origen mexicano y que se beneficiarían de esta reforma integral, ha sido verdaderamente importante, entonces para nosotros estas organizaciones como el AJC , son agentes estratégicos de nuestra relación para avanzar en una agenda más amplia de protección, de promoción de nuestra comunidad, de sus intereses, el AJC  ha venido desarrollando también programas de acercamiento entre las comunidades hispanas y judía.

En este sentido y lo ha hecho particularmente a través del  (inaudible) que desde 2011 aboga por una agenda amplia que beneficia a esta comunidad hispana que en general no está tan bien organizada, que en general no participa de manera organizada en la definición de liderazgo políticos, en elecciones, en incidir en el diseño de políticas públicas que les impacten y esa labor que el AJC y en este caso ha venido realizando para que las comunidades hispanas, entiendan que es importante organizarse, que es importante participar, que es importante incidir en lo que te impacta y en lo que tiene que ver con tu desarrollo.

Creo ha sido una de las colaboraciones más importantes por lo menos desde nuestro punto de vista el AJC ha compartido su experiencia en organizaciones comunitaria, en liderazgo, con los miembros de nuestra comunidad en distintas ciudades de Estados Unidos que colaboran con nuestros Consulados en este tipo de talleres y de iniciativas.

El lunes 6, voy a participar como oradora en el Foro Mundial 2016 del AJC y para nosotros como Gobierno de México o para mí como Canciller en esta coyuntura, esa oportunidad realmente, nos da una plataforma para mandar un mensaje que tenga eco desde luego en Estados Unidos pero que también resuene en México.

Es un mensaje de solidaridad, es un mensaje de identidad de intereses y de visión, un mensaje de que estamos juntos, la comunidad judía, la comunidad mexicana en Estados Unidos y México en su conjunto haciendo frente a la xenofobia, a la  exclusión, a la retórica de odio que divide y que no busca sumar, además es una plataforma que nos va a dar la oportunidad de resaltar los enormes beneficios que tiene la relación bilateral México- Estados Unidos para la sociedad estadounidense que esto es algo de lo que no se ha hablado mucho y que es parte de estos mensajes que nosotros hemos venido afianzando para poder difundirlos y encontrar un eco más amplio que nuestra propia comunidad.

Hacer patente la relevancia que esta relación tiene para le americano promedio y esta oportunidad de estar el lunes en el AJC creo que también nos permitirá hablar de eso, hablar de nuestra comunidad, hablar de México, que es este país tan vibrante, tan importante, tan potente, tan diverso, tan mágico, pero un país moderno, un país que está haciendo su parte para enfrentar sus retos pero también para construir una comunidad internacional más comprometida, más solidaria, más incluyente y esta visión de México, tampoco se conoce lo suficiente en Estados Unidos y también queremos utilizar esta plataforma en el AJC para hablar de ese país que somos hoy y ese país que tiene una visión muy clara del futuro y dónde quiere estar en el futuro y cómo esta visión , no tiene nada que ver con nuestros estereotipos que hemos venido escuchando a lo largo de estos meses.

México, la comunidad Judía, tenemos una relación que se basa en la solidaridad, somos pueblos solidarios, somos comunidades solidarias y henos estado siempre presentes abriéndonos oportunidades y fortaleciéndonos a lo largo de muchas décadas.

La comunidad judía en México, fue el mejor ejemplo de lo que una integración plena, activa, puede darle a un país a partir de esa preservación de identidad, de esa asimilación de valores universales de derechos de inclusión, de reconocimiento de los demás y de lo propio.

Es de verdad un gran ejemplo de todo lo que se puede construir cuando se buscan las fortalezas, se buscan las coincidencias, lo que nos une y no se privilegia lo que nos divide.

Tenemos mucho que aprender de ustedes como comunidad de sus experiencias y queremos hacerlo, por ello, de verdad es para mí y será un honor y un privilegio estar en el AJC y hablar de todo esto, pero estar aquí hoy con ustedes, con los líderes de las distintas comunidades judías de México, que me hayan dado esta oportunidad, pero que me den la oportunidad ahora que ya me callo de escuchar sus punto de vista, sus consejos de qué podemos llevar como mensaje el lunes al AJC a esa plataforma para hablar de todas estas cosas que sé que nos preocupan a todos, que sé que nos deben ocupar y nos ocupan a todos y que en la medida en la que yo también pueda transmitir una visión de ustedes, será seguramente un mensaje más potente, más útil y un mensaje que resuene más y que resuene mejor.

Muchas gracias y estoy a sus órdenes.