Muchas gracias, muy buenos días tengan todas, todos ustedes, quiero dar la bienvenida a todos los miembros de este distinguido presídium, pero en particular a Carmen, a Juana y a todas las mujeres que hoy aquí han sido reconocidas por haberse atrevido a levantar la voz y hablar de su situación que refleja, los retos, pero también las historias de esperanza, de trabajo y de lucha de millones de mujeres en México y en todo el mundo.

Quiero agradecer y felicitar al INMUJERES por esta iniciativa, que nos ha permitido conocer mejor la problemática de la mujer migrante, porque nos permite ser parte de este esfuerzo por visibilizar esta realidad que a todos nos atañe y a todos nos debe comprometer.

El video que pudimos ver y el que es apenas una muestra de las 300, más de 300 contribuciones de mujeres en distintos rincones del país que participaron y estuvieron, pues yo creo que a todos hermanar en solidaridad y a todos hacer pensar y reflexionar sobre lo mucho que aún falta por hacer y lo mucho que todos debemos hacer.

En el Gobierno de la República, como aquí ya lo dijeron mis compañeros, el Presidente Peña Nieto está comprometido, muy muy comprometido con que todos quienes trabajamos con él, podamos hacer nuestra parte para cambiar poco a poco esta realidad, para que así como Carmen nos comentaba en su video, cuando ella toma esa decisión tan valiente de dejar lo que conocía, de dejar su entorno, de dejar su casa, de dejar a sus amistades para irse a construir un destino diferente, lejos, muy lejos de donde vivía, encontró la ayuda de amigas de vecinos de organizaciones sociales.

Y hoy a nosotros en el gobierno nos toca construir las instituciones que hagan posible que cada mujer que enfrenta una situación de violencia, una situación de desesperación o una situación de abuso pueda encontrar una respuesta, pueda encontrar ayuda, pueda encontrar mecanismos para empoderarse y salir adelante, y también pueda encontrar justicia.

Pero eso no se logra con, nada más, el trabajo de una institución, no se logra nada más con el trabajo del gobierno o de un gobierno, se logra con la suma del trabajo, con la suma de la visión y con el compromiso conjunto de todas las entidades y dependencias del Gobierno Federal en conjunto y en colaboración con las entidades, instituciones de los Gobiernos Estatales y Municipales, pero sobre todo, se logra colaborando con la iniciativa privada con la sociedad civil, y buscando que cada mexicano y cada mexicana haga suya esta realidad y haga suyo este compromiso.

Al igual que mis compañeros yo aquí saludo a todas ustedes mujeres valientes, mujeres que han levantado la voz y mujeres que están construyendo un México diferente para ustedes y para nuestros hijos.

México es un país que en el siglo de las migraciones, hoy es un país en el que no sólo vemos como cada día salen millones de mexicanos a vivir hacia otro país, particularmente Estados Unidos, como mexicanas, sobre todo, también dejan sus comunidades para vivir en otro lugar de la República Mexicana; y como también nuestro país es un país de tránsito donde millones de hombres y mujeres, niños, niñas, adolescentes cada año cruzan nuestro territorio para buscar llegar hacia Estados Unidos.

Somos también un país donde gente de otros países vecinos vienen a asentarse, migran hacia aquí, y también un país donde cada año recibimos más mexicanos y mexicanas que regresan después de haber sido migrantes en Estados Unidos o en otros países.

Esa realidad que nos hace un país diferente, un país único, nos ha obligado, en el Gobierno de la República, con esa sensibilidad y ese compromiso que tiene el Presidente Peña Nieto, que tenemos cada uno de nosotros que trabajamos con él, y cada una de las mujeres y los hombres que trabajan aquí en la Cancillería, en la Secretaría de Relaciones Exteriores, a construir mecanismos de atención, mecanismos de apoyo, protección y servicio para estar cerca de las necesidades, de los problemas y de lo que requieran esas mexicanas, esos mexicanos, esos hermanos de otros países que han escogido por razones distintas, por necesidad, por precariedad, por circunstancias económicas, por circunstancia de violencia, o simplemente por el deseo de salir a buscar entornos más propicios a alcanzar sus sueños, hacer de la migración una realidad.

En México nos hemos esforzado por que esa atención, esa protección, ese servicio y ese acompañamiento que brindamos en el exterior, a través de nuestros consulados o aquí, a través de distintas instituciones como las que aquí ya nos han compartido sus experiencias algunos de nuestros colegas del Gobierno Federal, sea una atención, una protección y un servicio, que tengan siempre presente que cada persona que es migrante, cada mujer, particularmente, cada niña y cada adolescente, son personas que tienen derechos humanos que deben ser protegidos, que deben ser resguardados y que deben ser, en todo momento, accesibles para ellos.

Son personas que merecen, deben y exigen que su dignidad sea tenida en cuenta por todos nosotros; en ese sentido, hemos avanzado en construir esos mecanismos y esas instituciones, hemos buscado construir nuevas formas de atención y de brindar ayuda, respaldo y acompañamiento.

Así, por ejemplo, a través de nuestra red consular, damos actas de nacimiento a todos los mexicanos que están en el exterior y que no llevan consigo sus papeles y tienen la necesidad de poder comprobar su lugar de nacimiento. El año pasado, por ejemplo, dimos más de 90 mil actas de nacimiento a mexicanos en el exterior que no tuvieron que venir a México para recuperar ese papel tan importante.

Dimos más de 12 mil becas a mexicanos para que pudiesen estudiar también en el exterior, y ayudamos en cientos de casos a repatriar los cuerpos de compatriotas nuestros que fallecieron en el exterior.

Cada año brindamos asistencia legal y acompañamiento jurídico a miles de mexicanos que viven en Estados Unidos, en materia laboral o derecho de familia, derecho penal y otros, buscando que sepan, que sientan, que el Gobierno de México, que todos los mexicanos no los olvidamos y que estamos para servirles, no importa dónde estén.

Celebro que con esta iniciativa, INMUJERES nos haya permitido volver a traer al centro de nuestro día, de nuestra cotidianidad, esta realidad que no podemos ignorar, esta realidad que con tanta sensibilidad ustedes nos muestran y ustedes nos invitan a compartir, desde nuestra responsabilidad pero, sobre todo, desde nuestra solidaridad como mexicanos.

Y además de felicitar a quienes resultaran premiadas el día de hoy, a quienes fueron reconocidas por su excelente muestra de sensibilidad, quiero también compartirles que el día de hoy entrego a una de nuestras ganadoras, del segundo lugar en la categoría de video, a Amalia Manuel Pedro, su documento de identidad y viaje que ha solicitado junto con otras personas, al amparo de la Convención sobre el Estatuto de Refugiados y Apátridas. En buena hora Amalia.

Con este documento de identidad y de viaje, Amalia podrá solicitar su nacionalidad mexicana por naturalización y con mucho gusto Amalia, te vamos a ayudar a ti y a quienes lo soliciten, no sólo mexicanos de corazón, sino también mexicanos con todas las de la ley.

México es su país, es nuestro país, y siempre los protegerá. Enhorabuena a quienes resultaron premiadas y a quienes fueron reconocidas por sus excelentes trabajos.

Muchas gracias