Canciller Claudia Ruiz Massieu: Honorable Kevin de León, Presidente pro tempore del Senado del Estado de California;

Distinguidos miembros del Senado del estado de California;

Queridos amigos californianos y queridos amigos de México:

Es un honor estar presente el día de hoy aquí con ustedes en esta Cámara que encarna la diversidad y determinación que ha hecho a California el estado que es ahora.

Y hacerlo en un 5 de mayo es particularmente simbólico porque este es un día en el que celebramos a los valientes que hace 154 años se levantaron y lucharon por la libertad, por el derecho de tener una vida digna y un futuro de oportunidades.

Por lo que no podría ser mejor día para reconocer a nuestros amigos y aliados en el Senado de California, que con igual valor y solidaridad han levantado la voz para mantener y proteger los valores fundamentales que la gente de México y los estadounidenses comparten.

Ustedes han actuado para empoderar a los millones de mexicanos que han hecho este estado su hogar y han levantado su voz para enfatizar que con su trabajo y con su esfuerzo, ellos contribuyen diariamente al crecimiento económico y el desarrollo social de California.

Nacionalmente, la comunidad mexicano-estadounidense genera el 8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de EE.UU. y es dueña de más de 570 mil compañías. En California, la tercera parte de negocios pertenecen a migrantes y generan más de 34 mil millones de dólares cada año.

Compartimos historia y una herencia cultural, incluso lazos de sangre.  Somos parte de una comunidad regional y binacional que, cada día, a través del comercio y negocios se hace más próspera y que sacando lo mejor de nuestras fuerzas y ventajas combinadas se hace también más competitiva.

Más del 30 por ciento de la población de California es de descendencia mexicana, doctores, policías, agricultores, diseñadores e ingenieros en Silicon Valley, maestros, atletas, empresarios, soldados e incluso senadores. Nuestra frontera común no es una línea que nos divide, sino un punto de cruce para el talento y los sueños y un lugar para la prosperidad.

México y EE.UU. comercian un millón de dólares de cada minuto, de cada hora, de cada día. Un comercio bilateral de cerca de medio billón de dólares anual. Casi tres veces más de lo que EE.UU. comercia con Sudáfrica, India, Brasil y Rusia, combinados.

A través de nuestra frontera, un millón de personas y cerca de 370 mil vehículos cruzan legalmente todos los días.

En EE.UU., cerca de seis millones de trabajos dependen directamente de nuestros lazos comerciales.

Nos hemos integrado tanto que, por cada dólar México exporta a EE.UU. y al resto del mundo, éste tiene 40 por ciento de contenido estadounidense.

California y México comparten una frontera de 145 millas y están unidos por ocho puertos de entrada, incluidos el más concurrido del mundo: el Tijuana – San Ysidro. Cada año, 7.5 millones de turistas mexicanos visitan California.

Somos el segundo socio comercial uno del otro. Cerca de 65 mil millones de dólares de comercio anual. Nos estamos volviendo cada vez más integrados en sectores estratégicos en las cadenas de valor, como el energético y la manufactura electrónica.

Eso significa que miles de trabajos en ambos lados de la frontera dependen de nuestra relación. Tan sólo en California cerca de 700 mil empleos.

En el siglo XXI, la viabilidad del sueño americano dependerá de la capacidad de construir puentes, aceptar a los demás y aprender de ellos, justo como lo hace este honorable Senado.

Estoy consciente de la responsabilidad que significa ser la primera Secretaria de Relaciones Exteriores de México en visitar EE.UU. un “ Cinco de mayo”, un día que los mexicanos en este país han escogido para celebrar con orgullo su historia y valores.

Es un buen día para recordar que nuestro futuro común depende del otro. Que lo que compartimos es más grande que lo que nos divide.

No nos equivoquemos ni dejemos que nadie cree confusión: México y California, México y los EE.UU. son vecinos, aliados y amigos. Nuestra sociedad inquebrantable se basa en la historia, el comercio, la prosperidad y, sobre todo, en la inquebrantable certeza de que somos mejores y más fuertes juntos que separados, fundada en la aspiración compartida de la región norteamericana como una región de justicia, dignidad humana, inclusión y oportunidades para todos.

Muchas gracias y Feliz “Cinco de mayo”