Durante 2015, el Gobierno de México implementó en nuestra frontera compartida con Estados Unidos una estrategia para impulsar su modernización integral y la seguridad, a fin de aumentar el bienestar de sus habitantes y la consolidación de corredores logísticos nacionales de alto valor agregado.

Se sumaron esfuerzos para construir nuevos puertos fronterizos, y para modernizar y expandir los existentes, así como para establecer programas para la agilización del cruce de bienes y personas, sin dejar de lado el componente de seguridad y capacitación.

En agosto, se inauguraron dos obras de relevancia: el Puente Ferroviario Internacional Matamoros-Brownsville y el cruce peatonal denominado Puerta México, en el puerto El Chaparral-San Ysidro. Además, en diciembre inició operaciones la Conexión Peatonal Aeroportuaria Tijuana-San Diego, única en su tipo a nivel mundial.

De igual forma, se concluyeron las obras del Puente Internacional Guadalupe-Tornillo y la expansión en México del puerto Zaragoza-Ysleta, y se avanzó en el diseño y eventual ejecución del nuevo puerto de entrada Otay II, en Tijuana, Baja California.

El Grupo Binacional México-Estados Unidos sobre Puentes y Cruces Internacionales se reunió en tres ocasiones, mientras que el Comité Ejecutivo Bilateral para la Administración de la Frontera en el Siglo XXI (CEB), sostuvo dos encuentros que permitieron evaluar acciones para agilizar el cruce seguro y ordenado de bienes y personas, así como incrementar la seguridad.

 En octubre, inició el Programa Piloto de Pre-Inspección de Carga en el Aeropuerto Internacional de Laredo, Texas, que busca fomentar el comercio, reducir costos y facilitar el flujo de bienes, mediante la revisión por autoridades aduaneras de ambos países dentro del territorio del otro y en un solo punto de inspección. Se espera desarrollar programas similares en la sección mexicana del puerto de entrada en Mesa de Otay-Otay Mesa, en Baja California, y en Jerónimo-Santa Teresa, Chihuahua. Estos programas contribuirán a dinamizar los flujos de bienes y promover la competitividad en América del Norte.

 En junio, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), firmaron una carta de intención para establecer directrices y procedimientos de certificación electrónica.

 El impulso a proyectos orientados a hacer de la frontera compartida un área de mayores oportunidades, es prueba de la colaboración para consolidar la región como motor de productividad y competitividad. El trabajo conjunto con Estados Unidos en materia fronteriza continuará siendo un elemento integral de nuestra agenda compartida, con el objetivo de beneficiar a nuestras economías y sociedades en ambos lados de la frontera.

 En materia de seguridad, en 2015 la Secretaría de Relaciones Exteriores contribuyó a estrechar lazos en materia de seguridad con Estados Unidos y Canadá. A nivel trilateral, se trabajó para consolidar propuestas que pudieran tener un impacto positivo en beneficio de las poblaciones y economías los tres países.

En diciembre, se celebró la reunión trilateral en materia de trata de personas en la ciudad de Ottawa, Canadá, que permitió el intercambio de mejores prácticas para mitigar este delito en la región.

 Con Estados Unidos, se celebraron dos reuniones del Grupo Bilateral de Cooperación en Seguridad y se llevaron a cabo los trabajos del Subcomité de Seguridad y Procuración de Justicia, en el marco de la VIII Reunión del Comité para la Administración de la Frontera Siglo XXI. Se analizaron temas como el combate al crimen organizado, el intercambio de información, el tráfico de estupefacientes y de armas, así como el tráfico y la trata de personas.  Con Canadá, se impulsó el avance del diálogo para fortalecer la cooperación en materia de seguridad, así como reforzar las capacidades de instituciones mexicanas.

 Además, la Cancillería coadyuvó en la instrumentación de más de 100 proyectos del programa Iniciativa Mérida, incluyendo las entregas de equipos, tecnologías y capacitación a diversas dependencias mexicanas, por un monto aproximado de 360 millones de dólares. Las acciones respaldan los objetivos del Gobierno de México: el fortalecimiento institucional, la prevención de la delincuencia y la violencia, el nuevo sistema de justicia, la cooperación fronteriza y el apoyo a los estados de la Federación.

 Los mecanismos bilaterales y trilaterales celebrados en 2015, permitieron reafirmar el compromiso de los países de la región de continuar el trabajo conjunto para abordar los retos regionales en materia de seguridad desde una perspectiva integral y proactiva, basada en los principios de confianza mutua y responsabilidad compartida.