Canciller Luis Videgaray: Muy buenos días a todas  todos, sean ustedes muy bienvenidos a México. Es para nuestro país, y para el Gobierno de la República un alto honor ser sede de este proceso de diálogo para construir una mejor gobernanza en uno de los elementos característicos de la sociedad global que es la migración.

Saludo y agradezco la presencia del señor Gobernador, Aristóteles Sandoval; gracias por la anfitrionía y todo el apoyo en este encuentro que permite que todo se desarrolle en condiciones óptimas, saludo también la presencia del señor Presidente Municipal, don Arturo Dávalos Peña. Saludo la presencia de la Secretaria General de la Conferencia sobre Migración Internacional, la señora Louise Arbour, gracias por su liderazgo, por su trabajo en este esfuerzo compartido.

Hay dos personas que juegan un papel fundamental para que esta reunión (Fallas de origen), hacia finales del próximo año 2018.

Como cofacilitadores nos ha correspondido a Suiza y México conducir consultas abiertas, transparentes e incluyentes con los estados, y determinar las modalidades, calendarios, la celebración de conferencias preparatorias y aspectos prácticos relativos a las negociaciones intergubernamentales.

El proceso de diálogo y negociación consta de tres etapas: la primera que ya ha concluido fue una fase de consultas, donde se realizaron tres reuniones informales,  cinco consultas regionales como ya lo decía la señora Arbour y siete consultas regionales con sociedad civil, instituciones académicas, sector privado, diásporas y numerosas consultas a nivel nacional.  La fase dos es la que estamos llevando aquí en Puerto Vallarta, es la fase de hacer un balance, presentar los resultados del proceso de consultas, compilarlos, sintetizarlos,  discutir y analizar estos insumos y discutir medios potenciales para la implementación de mecanismos de seguimiento y revisión del pacto mundial. En este sentido esta no es una reunión de negociación, es una reunión de compilación y análisis de los resultados de la primera fase con los insumos que resulten, incluyendo, por supuesto, la posición que habrá de darnos el Secretario General de las Naciones Unidas; en breve los cofacilitadores México y Suiza, prepararemos el llamado “borrador cero” que será la base para las negociaciones intergubernamentales en la fase tres.

El pacto, si todo sale como queremos será adoptado por una conferencia internacional a finales del 2018 en Marruecos.

Para México, esto representa una oportunidad para consolidar nuestras propias políticas en materia de migración. Hemos realizado recientemente reformas legislativas y de política pública para garantizar el bienestar de quienes llegan, transitan o salen de nuestro país. Tenemos la red consular más amplia del mundo en otro país, los Estados Unidos, con servicio de protección, documentación, asesoría legal y orientación en distintas materias para los connacionales mexicanos, por supuesto, la asignatura más importante que México debe atender es fortalecer el pleno respeto de los derechos humanos de los migrantes en nuestro territorio.

Trabajamos de manera cercana con los países que son el principal  origen de los migrantes que llegan a nuestro territorio con el deseo de estar en México o transitar por México. Particularmente con Guatemala, Honduras y El Salvador hemos desarrollado mejores mecanismos de coordinación con el fin de proteger a los migrantes.

Nuestra postura se basa siempre en principios, el respeto a la protección y a la dignidad, a la seguridad y derechos humanos de los migrantes sin importar su estatus migratorio, condenamos cualquier tipo de discriminación racismo o intolerancia hacia cualquier tipo de migrante.

De acuerdo con los objetivos de  desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas buscamos facilitar una migración ordenada, segura, regular y responsable, incluso mediante políticas migratorias bien gestionadas.

Reconocemos las aportaciones de los migrantes a la economía,  a la sociedad y a la cultura en los países a los que llegan o por donde transitan. La migración, insistimos es una oportunidad.

Los migrantes aportan nuevas aptitudes, dinamismo, a la economía de las ciudades y  las regiones de las que son destino.

México ha sido afortunado a lo largo de su historia y hemos recibido importantes migraciones por motivos históricos diferentes a lo largo de nuestra vida como nación que nos enriquecen, nos fortalecen y nos permiten ser lo que somos.

México no cree en la criminalización del migrante, México no cree en los muros, cree en los puentes y no creemos que un país, por más grande y poderoso que sea, pueda enfrentar el fenómeno migratorio por sí mismo.

Por ello, lamentamos la decisión del gobierno de Estados Unidos de retirarse de este esfuerzo colectivo, un esfuerzo para mejorar la vida de millones de personas en el mundo.

Indudablemente, cualquier país, es el caso de México y es el caso de Estados Unidos, en el ejercicio pleno de su soberanía, tiene el derecho de definir sus políticas migratorias. Estados Unidos no es la excepción. Respetamos ese derecho de manera absoluta. Sin embargo, lo que aquí se pierde es una oportunidad, una oportunidad de ejercer liderazgo, una oportunidad de influir, una oportunidad de trabajar juntos a favor de un fenómeno que nos atañe a todos.

México seguirá trabando muy de cerca y de manera constructiva con los Estados Unidos. Finalmente, son cerca de 12 millones de mexicanos los que viven en los Estados Unidos y nuestra relación es intensa, no solamente en materia comercial o de inversión, sino también en materia migratoria. Y con Estado Unidos seguiremos manteniendo una relación basada en los principios que promueve este esfuerzo para construir el Pacto Global.

El respeto a los derechos humanos de los migrantes, el reconocimiento de su valor para la sociedad con independencia de su estatus legal y, por supuesto, la colaboración entre las naciones y el diálogo siempre respetoso y de buena fe para mejorar las condiciones de los migrantes. Estos mismos principios los seguiremos adoptando en nuestra relación con los países de Centroamérica.

Buscamos un pacto mundial que provea una definición universal de normas y buenas prácticas para atender los flujos migratorios. Debe ser un instrumento amplio, basado en estándares reconocidos que ayuden a orientar las políticas públicas de los estados y establecer bases de cooperación.

Buscamos un Pacto con un enfoque integral y también balanceado que reconozca las particularidades de cada región pero donde prevalezcan los principios  universales, recordando que el Pacto en sí mismo no es un fin, sino es un medio para mejorar la gobernanza migratoria a nivel global.

Debe ser un documento flexible, dinámico, que esté siempre en constante innovación, con mecanismos de evaluación que midan avances e impactos de las acciones aprendidas por los Estados.

Esta reunión preparatoria es un momento fundamental en la construcción de este nuevo instrumento para la gobernanza global. Agradecemos el trabajo de todos quienes están aquí, lo que se ha hecho antes y el trabajo que resultará de estos tres días de intenso diálogo, de intercambio de ideas, de intercambio de datos, de historias para construir un Pacto Global que nos haga mejores como países, como regiones y como humanidad. Para México, es un profundo orgullo participar en este proceso y seguiremos participando con convicción y con emoción.

Y si lo permiten, quiero proceder a la inauguración de esta reunión.

Muchas gracias.

Siendo las 10:30 horas del día lunes, 4 de diciembre del 2017, tengo el honor de declarar formalmente inaugurada esta Reunión Preparatoria del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, haciendo votos por el mayor de los éxitos en los trabajos.

Muchas gracias y muchas felicidades.