Con el Galeón de Manila llegaron a México sabores, olores y colores originarios de Asia que se han incorporado desde hace varios siglos en nuestra cultura y han enriquecido nuestra gastronomía.
El objetivo del Galeón, también llamado Nao de China, era llevar a España las riquezas de Oriente y del Nuevo Mundo. Estas naves cruzaban el Océano Pacífico una o dos veces por año entre Manila y los puertos de la Nueva España, como Acapulco, Bahía Banderas, San Blas y Cabo San Lucas.
Gracias a su privilegiada posición geográfica, la Nueva España fue uno de los centros de comercio mundial más importantes de los siglos XVI y XVII; por lo que el intercambio gastronómico y cultural entre el Pacífico y el Atlántico floreció en tierras mexicanas.
Son muestra de este intercambio la introducción de sabores como cilantro, perejil, sandías, melones, papayas, mangos de manila, plátanos, tamarindos, nuez moscada, clavo, comino a nuestra cocina.
Además de especias, los galeones transportaban porcelana, marfil y laca, además de elaboradas telas, como tafetanes, sedas, terciopelo y raso. También llevaban artesanía china, biombos japoneses, abanicos, espadas japonesas, alfombras persas, jarrones de la dinastía Ming y un sinfín de productos más.
