La trata de personas es un delito que explota a mujeres, niños y hombres con varios propósitos, entre los que están el trabajo forzoso y el sexo.

La Organización Internacional del Trabajo calcula que casi 21 millones de personas en el mundo son víctimas del trabajo forzoso. Esta cifra también incluye a las víctimas de trata para la explotación laboral y sexual.

En 2010, la Asamblea General adoptó un Plan de Acción Mundial para Combatir el Tráfico de Personas y pidió a los Gobiernos de todo el mundo luchar contra este flagelo.

En México, el Programa contra la Trata de Personas de la CNDH establece acciones para prevenir este delito, fortalecer las capacidades institucionales y el trabajo interinstitucional, promover la adopción, conocimiento y aplicación de un marco jurídico eficaz, brindar asistencia a las víctimas, así como recibir e integrar quejas derivadas de presuntas violaciones a los derechos humanos.