El 10 de diciembre de 1948, se proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, impulsada por Eleanor Roosvelt quien se desempeñaba como presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Por lo que se le recuerda como activista y defensora de los Derechos Humanos y una de las líderes más importantes e influyentes del siglo XX.
Paralelamente, los estados miembros de la ONU coincidieron en la importancia de frenar los abusos cometidos en contra de los Derechos Humanos durante la Segunda Guerra Mundial. Asimismo, se pronunciaron porque nunca se volviera a repetir un genocidio como fue el holocausto.
Desde entonces, esta fecha se conmemora, para impulsar los avances en el respeto a la dignidad, la libertad, la igualdad y la fraternidad de todas y todos, difundiendo la universalidad de los Derechos Humanos.
Este año en particular, la ONU centra sus esfuerzos en sensibilizar a las personas de su responsabilidad en la defensa de los derechos de las y los demás; hace una invitación a asumir una postura firme y de avanzada al respecto, rechazando la violencia y la discriminación contra quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad, como las mujeres y las niñas, las personas refugiadas, migrantes, con discapacidad, indígenas y afrodescendientes, así como las y los miembros de la comunidad LGBT.
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