El evento consistió en diálogos de un día y medio entre oficiales de gobierno de cuatro países latinoamericanos (México, Colombia, Perú y Guatemala) con un aproximado de 12 participantes en las mesas y otros 30 observadores de distintas dependencias del gobierno mexicano. El evento fue por invitación exclusivamente, con el fin de convocar a tomadores de decisión en las áreas de financiamiento, planeación e implementación de políticas nacionales. Además se convocó a consejeros de las misiones permanentes de los respectivos países en Naciones Unidas.
A lo largo de las sesiones del Reality Check surgieron recomendaciones importantes y se compartieron retos de distinto grado, pero que eran muy similares entre los países. Hubo un entendimiento sobre la importancia de asumir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como una herramienta que enriquece la visión con la que el gobierno y sociedad pueden trabajar conjuntamente. No obstante, se reconoce que los ODS se presentan como objetivos muy amplios, que serán difíciles de implementar.
Los países destacaron
temas de gran preocupación respecto a cómo incorporar los principios ambientales en la operación
diaria del sector privado; cómo financiar otros temas de la agenda
internacional que no tienen financiamiento al momento y establecer reducciones y logros de metas relativas a las realidades
locales y flexibles.
Un primer paso ya se ha dado, al hacer ejercicios para analizar
similitudes y diálogos entre los países para conocer los retos que tienen por
delante para instrumentar la Agenda de Desarrollo. Otro paso importante es
explicar efectivamente al resto de la comunidad internacional el cómo
llegamos ahí. Asimismo, se reiteró lo complejo que va a resultar traducir este
marco al ambiente nacional, pero la dificultad no resta importancia a esta
tarea, es necesario entender los ODS, reconocer que las metas son
aspiracionales pero al mismo tiempo tendrán que reportarse mediante
indicadores.
Sobre la
discusión de los indicadores
destaca el debate sobre el uso de indicadores regionales como herramienta, los
indicadores globales podrían ofrecer lineamientos generales para construcción
de indicadores nacionales. Se espera que la formulación final de los
objetivos y metas esté redactado en términos fáciles de traducir y adaptar. El
sistema de seguimiento, monitoreo y medición se debe ajustar a lo nacional pero
que vaya de la mano con el proceso del desarrollo global.
Bajo la
lógica de este desarrollo global y sostenible, se discutieron muchos
aspectos en los que el sistema de Naciones Unidas puede ayudar y contribuir a
los procesos nacionales, como el acompañamiento de ciertas agencias regionales
en cuanto a los informes y la posibilidad de convocar procesos de evaluación y
consolidar visiones integradoras, entre sectores y a nivel regional, al
análisis de cómo la globalización de la economía influye en el logro o no de
los objetivos y el poder de Naciones Unidas de incidir en mecanismos de la
economía global.
Se compartieron reflexiones finales y el reconocimiento generalizado de que el Reality check fue un ejercicio fundamental ante la necesidad de la transversalidad de esta nueva agenda, como un espacio de análisis para hacer consciente lo inconsciente, de las preocupaciones que no nos habíamos dado cuenta y que las compartimos en general con otras dependencias y países. Se consideró de mucha utilidad para compartir visiones, experiencias e identificar retos compartidos, socializado ideas que seguiremos trabajando para hacerlas efectivas e instrumentalizar acciones para definir la ruta que tendremos que seguir en la relación a la agenda. El tener esta clase de ejercicios va a permitir establecer una cooperación entre nosotros que va a servir a lo largo del camino en los procesos nacionales, regionales y globales hacia el logro de los ODS.
Continúa el esfuerzo por apropiarse de los objetivos y existe la voluntad para adaptarse a una agenda diferente, con una dosis de realidad sobre los desafíos que esto impone y con la claridad de no quedarse en lo institucional, pero involucrar al público y sobre todo a los más vulnerables, mujeres, adultos mayores, niñas, niños y adolescentes. En este evento quedó sentado que estos países están trabajando de manera activa por identificar avances para construir las bases que nos ayudarán a cumplir la nueva agenda de desarrollo.
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