Para aumentar la variación en el cultivo o introducir otros cultivos en sus milpas, estos agricultores utilizan el intercambio de semillas, generando sistemas de semillas locales que les permiten satisfacer sus necesidades de semillas.

En cada región del mundo en donde se realiza la domesticación de una especie, múltiples generaciones de agricultores, con una preponderante participación de la mujer, a través de la selección de su propia semilla aportan nuevas variedades adaptadas a diversas condiciones ambientales, requerimientos productivos y de alimentación; los agricultores (mujeres), entonces, son mejoradores de plantas.

El uso de semillas nativas permite mantener a los cultivos en constante evolución, por efecto natural y el proceso de selección hecho por los agricultores y comunidades locales. La selección de la semilla es de acuerdo a sus necesidades, sus tradiciones culturales, sus prácticas de conservación y protección del suelo y de los ecosistemas.