En México se encuentra una gran diversidad de plantas ornamentales, muchos géneros se han colocado entre los favoritos y principales fuentes de estudio para investigadores, científicos, instituciones educativas, inclusive empresas internacionales.

Un ejemplo de esto fue el interés de una pareja polaca por  las echeverias, la M. en C. Helena Leszczyñska-Borys y el Dr. Michal Wlodzimierz Borys, quienes en los 90´s llegan a México y comienzan a trabajar con el género. Lograron generar una nueva variedad derivada de la especie Echeveria gibbiflora, la cual denominaron Helena, fue registrada y obtuvo su Título de Obtentor ante el SNICS en 2012.

Las características florales de la variedad Helena destacan por su forma y color, por ello su principal uso fue adoptado como flor de corte. “Se distingue por la larga vida de postcosecha del tallo floral y de la roseta, así como por su alta tolerancia al estrés hídrico, lo que permite mantener los tallos florales en floreros secos.”*

Dado el potencial ornamental de esta variedad, surgieron intereses de mejoramiento e investigación. La M. en C. Edith Salomé Castañeda, Profesora – Investigadora adscrita al Centro de Investigación en plantas nativas de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP); ha enfocado parte de sus investigaciones en explotar el potencial ornamental de las variedades, principalmente en el tallo floral.

A partir de estas investigaciones, junto con sus colaboradores del Centro, han logrado generar 4 nuevas variedades con gran potencial. Los principales beneficios de estas variedades radican en ser de bajo mantenimiento, utilizar poca agua, su tallo floral dura hasta un mes después de ser desprendido y su transporte se facilita debido al tiempo de duración postcosecha.

Estas 4 variedades se encuentran registradas en el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales del SNICS con los nombres: Koltik, Tememetla, Quiltic y Quilpilli; la tres primeras se encuentran en proceso para la obtención de Título de Obtentor.

La Maestra Castañeda, parte de la importancia de satisfacer a un mercado ornamental, al ser este muy demandante y cambiante, es necesario innovar (en cuanto a diversidad de colores, formas, tamaños) y ofertar. El objetivo de generar materiales que cumplan con estas demandas, es darle un valor comercial al cultivo, posicionar y generar el interés de producirlo, cada vez a mayor escala.

Sin dejar de lado la importancia de la conservación de los recursos nativos, al invertir en la investigación de nuevos materiales, registrarlos y protegerlos; se hace constar el trabajo realizado y reconocimiento a quien lo obtiene, esto, sirve como incentivo para la generación de nuevas variedades, facilita la comercialización e incrementa el uso tecnologías.

En el caso específico de la Universidad, busca hacer sinergia con empresas o productores que tengan los recursos para comercializar las nuevas variedades y mediante la transferencia de la tecnología, conocimiento y capacitación se logre una retribución al esfuerzo y recursos invertidos.

*SNICS-SAGARPA. 2013. Variedades de uso común; un breve mirar a la riqueza mexicana. Volumen 1 Tigridias y Echeverias. SNICS-SAGARPA. México. 36 p. [Disponible en: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/225117/Variedades_de_uso_comun_vol_I_tigridias_y_echeverias.pdf]