Seguramente has escuchado en repetidas ocasiones utilizar las expresiones “las y los”, “ellas y ellos”, “mujeres y hombres” y es probable que consideres ocioso usar este tipo de diferenciadores. Pero si además eres una persona que conoce las reglas del idioma español, lo considerarás una falta de ortografía.

Los países que se encuentran en proceso de fortalecer su democracia, como el caso de México, han tomado la medida de visibilizar a ciertos grupos en situación de vulnerabilidad a través del uso de un lenguaje incluyente o que evite la reproducción de estereotipos o estigmas generados culturalmente entre la población.

A pesar de los esfuerzos a nivel nacional e internacional por revertir la brecha de género, las mujeres aún viven condiciones de violencia, desigualdad y discriminación desde que son niñas, lo cual pone en riesgo o limita su desarrollo personal y profesional, y las expone a situaciones de riesgo.

¿Podrías creer que en México casi 2 millones de niñas no acuden a la escuela? ¿O que tres entidades del país aún permiten el matrimonio infantil por dispensas y excepciones? ¿Podrías creer que las niñas abandonan sus estudios principalmente para realizar trabajo doméstico? ¿O que tienen menos acceso a carreras del siglo XXI como ingenierías, tecnología y matemáticas por los prejuicios que prevalecen? No obstante, esto sucede.

Efectivamente, la Real Academia Española (RAE) indica que los desdoblamientos como “niñas, niños y adolescentes” son innecesarios desde el punto de vista lingüístico y van contra el principio de economía del lenguaje, dejando el uso genérico del masculino (niños, alumnos, empleados, entre otros) como la forma correcta de expresar a un grupo mixto, incluso con superioridad en el número de mujeres.

Lo que debes saber es que la RAE se fundó hace más de 300 años, donde no participó ninguna mujer y donde no existía una visión de derechos humanos a favor de las mujeres que hiciera de esta regla algo diferente.

Finalmente hablamos de libertades. Es posible que este post no te haya convencido y continúes evitando el error ortográfico, pero tenemos la seguridad de que un país donde las niñas y las adolescentes aún sufren distintos tipos de violencias y son discriminadas por el simple hecho de serlo, merece que sean visibilizadas desde el lenguaje hasta las políticas públicas, pasando por el respeto a sus vidas y sus decisiones en la  vida cotidiana.

¿Te sumas a visibilizarlas?