La relación de niñas, niños y adolescentes con los contenidos que consumen en la televisión ha cambiado de manera radical. La aparición de las TIC, Internet y los teléfonos inteligentes la modifica: ya no se trata de una pantalla sino de múltiples monitores y pantallas donde pueden ver imágenes, no siempre adecuadas a su edad y desarrollo.

Además, la composición de las familias, la disponibilidad de tiempo libre y otros factores como la situación laboral adulta permiten que niñez y adolescencia consuman contenidos sin estar acompañados o bajo la supervisión de una persona adulta. Para tener herramientas para dialogar con niñas, niños y adolescentes sobre lo que ven en televisión, veamos algunos datos proporcionados por el Instituto Federal de Comunicaciones (IFT) en su Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales 2016.

-El porcentaje de niñas y niños que ven contenidos de TV abierta se ubicó en 75%.

-Los programas favoritos en la TV abierta son Bob Esponja, El Chavo del Ocho, Dragon Ball.

-El porcentaje de niñez con acceso a TV de paga es de 49%, de los cuales el 64% ve canales de TV abierta y 31% sólo canales de paga.

-Reportaron como programas favoritos en TV de paga a aquellos que también pueden ser vistos en la TV abierta.

Es importante destacar que en ambos casos, tanto en TV abierta como de paga, el 14% de niñas y niños ven la TV solos. En el caso de TV abierta, lo hacen acompañados 41% y solos/acompañados el 45%. En TV de paga el 39% lo hace acompañado y el 47% lo hace solo/acompañado.

Estos porcentajes son importantes porque niñas y niños hablan de sus programas favoritos, pero eso NO quiere decir que son los contenidos de TV que más consumen en realidad. Al estar en compañía en realidad ven programas que determinan las personas adultas y que no corresponden a su edad y desarrollo. Cuando están solos también están expuestos a otro tipo de programación que no es infantil. En ambos casos, esto se descubre al analizar los horarios en los cuales la niñez ve TV.

La misma Encuesta señala que, de lunes a viernes, el 71% de niñas y niños ve TV en la tarde (12:00 a 18:00 horas) y 1 de cada 3 (34%) lo hace en la noche (de 18:00 a 24:00 horas). Eso les expone a un consumo mayoritario de telenovelas, programas unitarios, noticieros y programas clasificados solo para adolescentes o para adultos con lenguaje fuerte, situaciones de sexo y violencia de distintos tipos (familiar, comunitaria, social, etc.). En ese sentido, hay que recordar que a partir de las 16:00 horas entran al aire programas dirigidos a adolescentes, incluso mayores de 15 años (clasificación B15) cuyas historias y situaciones no son infantiles y ya están desfasadas para el desarrollo y madurez de la niñez de 3 a 11 años. Esta situación se agudiza cuando el 34% de la niñez ve TV en la noche, porque a partir de las 22:00 horas entra de lleno la programación para adultos con contenidos muy diferentes a un programa infantil.

Por lo tanto, la mayoría de niñas y niños están sujetos a la elección de programas por parte de las personas adultas, cuyo menú de contenidos ya es B o B15 e incluso adulto en el período de las 16:00 a 24:00 horas. Sí, claro que prefieren programas infantiles, pero la oferta en el tiempo señalado ya es muy diferente y es a la que más están expuestos.

La alfabetización mediática es urgente tanto para personas adultas como para niñas y niños. El objetivo es que todas y todos se transformen en audiencias críticas con mayor conocimiento de los contenidos audiovisuales, de la relación entre niñez y televisión. De esta forma, se establece un diálogo donde la opinión de niñas y niños se toma en cuenta por las personas adultas, que a su vez les explican los programas adecuados para su edad y desarrollo. Es conveniente que ambas partes conversen y, por supuesto, que las personas adultas cedan parte de su tiempo de pantalla televisiva para que niñas y niños vean los programas dirigidos a ellas y ellos en los mejores horarios y condiciones.

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