Algunos de estos retos son inocuos como el del “Baño con la Cubeta de Hielos”, mientras que Retos como “La ballena azul” tienen componentes destructivos que pueden afectar de diversas maneras a la niñez y adolescencia que participa en ellos.

Dentro de este último caso se encuentra el reto viral “Momo”, que ha causado controversia recientemente en redes sociales, al grado de generar reportajes periodísticos en los medios de comunicación y, por supuesto, una oleada de “influencers” o “youtubers” que “responden” al reto en su peculiar “estilo” personal (algunos de los cuales incrementan los riesgos de forma importante).

El reto Momo se identifica por una figura de ojos saltones, piel pálida y una sonrisa siniestra. Su imagen se ha hecho famosa a través de WhatsApp donde aparece… pero no se trata de un juego en línea. La supuesta mecánica del reto es la siguiente: se recibe un mensaje en Whatsapp de un número desconocido por la o el usuario, que si se responde como se ordena, generaría respuestas con imágenes violentas, amenazas y probable mención de información personal. Su narrativa es del género de “terror”, que atrae a este público legítimamente al cine y las plataformas audiovisuales, pero que en redes puede ocultar delitos y daños colaterales.

El fenómeno se ha extendido por todo el mundo, desde Argentina hasta Estados Unidos, Francia, Alemania, Colombia, Japón y, por supuesto, México. Es la moda viral hasta que sea desplazada por otras en el particular dinamismo de las redes sociales.

El origen de la imagen es japonés. Pertenece a una escultura de una mujer-pájaro, que se expuso en 2016 en una galería de arte alternativo en Ginza, un lujoso distrito de Tokio, y que formó parte de una exposición sobre fantasmas y espectros.

Conforme avanza la viralidad, se produce una atomización porque otros actores desconocidos pueden copiar este reto para, entre otros riesgos:

  • Trata de personas
  • Ciberacoso
  • Robo de datos personales e identidad.
  • Daños psicológicos.

Para prevenir riesgos, conviene preguntarse: ¿Qué ven tus hijos en internet? ¿Qué información encuentran? ¿Quién los contacta? ¿Cómo puedes supervisarles y saber que todo está bajo control?

Podrás tener tranquilidad pensando en los filtros parentales que pusiste a sus dispositivos para evitar el acceso a sitios no aptos para menores de 18 años, pero aunque es un buen primer paso, no llega a impedir que tus hijos tengan acceso a material no apto para su edad, además de poner en riesgo su integridad emocional.

En el mundo cibernético es muy difícil tener la seguridad de con quien estamos hablando a menos que sean personas que conocemos en la vida real, pero el 80% de las personas tiene entre sus contactos alguna persona que no conoce, esa persona podría hacerse pasar por un niño y ganarse la confianza de tus hijos cuando tal vez su único objetivo es provocar un daño. En algunos casos puede ser que se trate de alguien que busca satisfacer sus filias personales con alguna foto impropia de algún menor, pero puede ser un pederasta, un secuestrador o un tratante de personas y ahí la situación es aún más peligrosa.

En el caso de “La ballena azul”, niñas, niños y adolescentes pasaban diferentes retos que subían de dificultad hasta llegar a la última prueba la cual consistía en cometer suicidio; la gran mayoría de estos retos tienen como objetivo pertenecer a diferentes grupos u organizaciones, lo que les da un sentido de pertenencia. Otras veces les piden como parte de retos poder ir a un lugar específico donde los tratantes aprovechan para poder realizar actos ilícitos, o enviar el famoso “pack” que son un grupo de fotografías donde la chica o el chico en cuestión enseñan sus cuerpos.

Todo lo anterior puede prevenirse de diferentes formas. Lo principal es sobre todo tener conocimiento de lo que tus hijos hacen o no en internet, saber qué redes sociales utilizan, a qué grupos pertenecen, conocer su lenguaje y que el niño desde pequeño este acostumbrado a que tú como padre debes tener el conocimiento de todo cuanto haga en redes.

Existen diferentes herramientas y aplicaciones que te permiten realizar esta labor a distancia, como aplicaciones para saber dónde está tu hijo, que incluyen un botón de pánico en caso de necesitar ayuda como “Family Locator”, o “No más extorsiones” las cuales sirven para erradicar cierto tipo de amenazas.

En cuanto a la información que ellos proveen o reciben en sus redes sociales sin duda la mejor opción es “Hootsuite” aunque diseñada para empresas sirve muy bien para esta tarea al monitorear en tiempo real el intercambio de información en las redes sociales vinculadas a la cuenta.

Lo mejor que puedes hacer es informarte y utilizar las herramientas que creas convenientes, si no tienes ni idea de dónde buscar te dejamos aquí diversos links para que conozcas las herramientas a tu alcance y un breve glosario del vocabulario que se utiliza para que puedas entender lo que tus hijos hacen en redes.

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