En el mundo se estima que existen siete mil lenguas indígenas, de éstas al menos el 43 por ciento están en peligro de extinción, lo que pone en riesgo a sus respectivas culturas y los sistemas de conocimiento que aportan a cada generación de la humanidad por lo que es de vital importancia preservarlas e incorporarlas a los sistemas educativos a nivel nacional e internacional.

En México 25 millones de personas se reconocen como indígenas y de ellos siete millones 382 mil son hablantes de una de las 68 agrupaciones lingüísticas indígenas y 364 variantes que se hablan en el país, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI). Estas cifras corresponden a la Encuesta Intercensal del 2015 de INEGI, en la que se reporta que 43 mil 276 localidades están habitadas por poblaciones indígenas.

El uso de las lenguas maternas en el marco de un enfoque plurilingüe es un componente esencial de la educación de calidad, que es la base para empoderar a las niñas, niños, adolescentes, mujeres y a los hombres y a sus sociedades. Debemos reconocer y promover este potencial de las lenguas para no dejar a nadie rezagado y construir un futuro más justo y sostenible para todos.

La diversidad cultural y el diálogo intercultural, el fomento de la educación para todos y la creación de las sociedades del conocimiento, son factores fundamentales para promover el plurilingüismo y la diversidad idiomática, lo que incluye la preservación de las lenguas en peligro de desaparición en México.

Además, es un derecho la niñez y adolescencia indígenas que señala la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en su Artículo 63: Niñas, niños y adolescentes tienen derecho a disfrutar libremente de su lengua, cultura, usos, costumbres, prácticas culturales, religión, recursos y formas específicas de organización social y todos los elementos que constituyan su identidad cultural.

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