Mamá, papá ¿has pensado cuánto tiempo dedicas al día para revisar tu teléfono celular?, ¿dedicas el mismo tiempo a la comunicación con las niñas, niños y adolescentes con los que convives?, ¿sabías que no darles atención adecuada podría traerles problemas como baja autoestima y un erróneo modelo de relaciones interpersonales?

La distracción de madres padres y cuidadores por la sobreexposición a las tecnologías de la información se asocia con diversos problemas de salud física, psicológica y emocional en niñas, niños y adolescentes; esto, debido a las barreras que las personas adultas generan a partir de su relación con la tecnología, ya que dichas barreras interfieren en los procesos de socialización familiar y afectan a diversos derechos humanos básicos de la niñez y adolescencia como:

  • Su derecho de prioridad, al dejar de ser atendidos de forma prioritaria por madres, padres y cuidadores.
  • Su derecho a una vida libre de violencias, ya que los descuidos pueden ser considerados una forma de violencia.
  • Su derecho a la protección de la salud, ya que al no contar con los cuidados necesarios pueden ser propensos a una vida sedentaria e inadecuada alimentación.
  • Su derecho a vivir en condiciones de bienestar y sano desarrollo, ya que ellas y ellos pueden vivir sin cuidados cariñosos y en ambientes de estrés tóxico.

Además, algunas personas adultas dotan a niñas, niños y adolescentes de dispositivos móviles a edades tempranas como una medida de control para sustituir a los juegos que requieren su atención. Este hecho se reitera cuando ellas y ellos prefieren el celular, la tableta o la televisión en lugar de un juguete como una bicicleta o una pelota.

Bajo este panorama es importante que las personas adultas adoptemos herramientas de comunicación para acercarnos a niñas, niños y adolescentes, quienes necesitan de la atención y tiempo de su familia, para ellas y ellos sus principales redes sociales son las personas con quienes conviven.

Aquí algunos consejos para mejorar la comunicación interpersonal en las familias.

  1. El tiempo que compartes con niñas y niños debe ser prioridad: el primer ejercicio de participación de niñez y adolescencia del Pacto por la Primera Infancia señaló que las principales causas de felicidad de niñas y niños son el juego y esparcimiento (31.9%), relaciones familiares positivas (21%), actividades recreativas (16.4%), expresiones afectivas (9.8%) y el disfrute y cuidado de la naturaleza (6.1%). Así que apartar los distractores es importante para ellas y ellos.
  2. Escuchar y dialogar efectivamente con ellas y ellos las cosas importantes: para ellas y ellos mirarles a los ojos mientras hablan, disponer tiempo para escucharles con atención y respetar el tiempo que compartes es de vital importancia para su desarrollo.
  3. Regula el tiempo de uso y cúmplelo: tanto madres, padres y cuidadores, así como niñas, niños y adolescentes deben tener un tiempo específico para el uso de dispositivos tecnológicos. De esta manera, se evita que su uso se convierta en una adicción y les aleje de la convivencia personal.
  4. Utiliza los controles parentales: vigila que el contenido al que tiene acceso niñas, niños y adolescentes sea apropiado a su edad y desarrollo; actualmente, todos los dispositivos tecnológicos cuentan con mecanismos y aplicaciones diseñados para regular los contenidos a los que ellas y ellos tienen acceso.
  5. Evita los dispositivos en espacios de interacción familiar: establece normas claras de uso y enséñales con tu ejemplo. La hora del desayuno, el almuerzo o cena deben ser espacios en familia, donde niñas y niños además de adquirir habilidades sociales deben ser escuchados y donde sus ideas y opiniones sean tomadas en cuenta.
  6. Aplica la tecnología como herramienta educativa: el uso de la tecnología en la vida cotidiana es inminente, así que busca la manera de fortalecer habilidades educativas a través de estos medios; en ellos, puedes encontrar canales educativos para aprender a tocar un instrumento musical o aprender otro idioma. La tecnología es neutra, es decir no es buena ni mala y los resultados que se obtengan con ella solo dependerá de la forma como se utilice.
  7. No imponer valores, sino educar en valores: imponer valores implica que niñas, niños y adolescentes aprenden lo que es correcto e incorrecto por mandato de quienes les cuidan, pero educar en valores implica que sea el ejemplo y nuestras acciones lo que defina una guía educativa. Esto les permitirá hacer propios los valores y les proporcionarán los criterios para discernir lo adecuado de lo inadecuado en el mundo digital y en el mundo real.
  8. Fomenta el cuidado cariñoso y sensible de las niñas y los niños: procura que las redes sociales más importantes para niñas, niños y adolescentes sean las que se construyen en familia a través del diálogo, la escucha y el buen trato.
  • Estudio sobre los Hábitos de los Usuarios de Internet en México 2019. Asociación Mexicana de Internet. 15+Estudio+sobre+los+Ha_bitos+de+los+Usuarios+de+Internet+en+Me_xico+2019+versio_n+pu_blica.pdf
  • Primer ejercicio de Participación Ciudadana por la Primera Infancia https://www.pactoprimerainfancia.org.mx/reporte/
  • Technoference: Parent Distraction With Technology and Associations With Child Behavior Problems. McDaniel y Rodesky (2017). https://srcd.onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/cdev.12822
  • Huérfanos digitales. Guía para educar y proteger.
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