Conocido como el padre de la agricultura moderna, Norman Ernst Bourlaug ha sido uno de los personajes más importantes de la agricultura en todo el mundo. Gracias a sus investigaciones realizadas por décadas, se consolidó la llamada Revolución verde.

En la década de los 40's en México se vivía una crisis alimentaria que estaba por cobrar miles de vidas, pues al no ser suficiente la producción de cereales, se vaticinaba hambruna y muerte para miles de personas en situación de pobreza, ya que gran parte de la población vivía esencialmente de las cosechas de granos como el trigo, el maíz y el arroz.

Al ser insuficientes los resultados productivos, la Secretaría de Agricultura de aquel entonces decidió hacer un convenio con la Asociación Rockefeller para desarrollar investigaciones que pudieran mitigar los efectos de esta crisis alimentaria, y fue así que el científico y humanista Norman Borlaug comenzó a trabajar en México, específicamente en la zona del Valle de Yaqui en el estado de Sonora.

Durante años, experimentó sembrando diferentes tipos de trigo, observando y analizando meticulosamente sus características. Algunos crecían muy alto, otros eran resistentes a plagas como la roya, algunos  tenían alto rendimiento en producción pero la calidad del grano no era óptima, otros tipos de trigo se producían muy bien en épocas de frío, y otros en temporadas cálidas.

Con todas estas observaciones, pudo ir mezclando variedades de trigo, esperando recuperar de cada una, las características más valiosas. Este proceso implicaba gran dedicación y por supuesto mucho conocimiento de genética. Afortunadamente Norman Broulaug conocía bien el ámbito y pudo desarrollar una variedad de grano de trigo que reunía las características adecuadas, como resistencia al clima, una estatura baja de la planta para evitar que se trozara con el viento, alta productividad, resistencia a plagas, la calidad de la semillas entre muchas otras.

También estableció parámetros de siembra, cuidado y fertilización de los cultivos, con lo cual estableció un proceso que triplicó la producción de estos granos, evitando la hambruna que se había pronosticado.

Esto no fue una tarea fácil, pues en aquel tiempo, no se contaba con la tecnología genética con la que contamos actualmente, y el proceso de combinación de variantes para obtener características óptimas de los granos fue un trabajo increíblemente difícil de lograr a través de prueba y error.

Por ello se dice que este gran hombre fue el salvador de miles de personas que estaban prácticamente destinadas a morir de hambre, pero su labor no terminó en México sino que también compartió sus conocimientos con gran cantidad de países, lo cual lo hizo ser nominado y posteriormente ganador al premio Nobel de la paz en 1970.

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Este 12 de septiembre conmemoramos con respeto y admiración el aniversario luctuoso del hombre que ayudó a mitigar la hambruna mundial a través de su arduo trabajo de investigación en el sector agrícola.