La biología es una ciencia que ha tomado gran auge en los últimos años, permitiendo conocer cada vez más acerca de cómo se desarrolla la vida. La biología es tan amplia que puede abarcar desde el análisis molecular de los seres vivos, hasta las relaciones simbióticas que integran los ecosistemas.

Teniendo en cuenta esto, podemos ver como el campo de acción de los biólogos es más amplio de lo que se  puede inferir. Su trabajo ha tomado gran relevancia en aspectos relacionados a la temática ecológica, fungiendo principalmente como consultores ambientales.

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La opinión trascendental de los biólogos en temáticas ambientales, deriva también de su amplio conocimiento en zoología y botánica, las que son fundamentales para la comprensión de la organización natural de los ecosistemas, así como para el entendimiento de procesos complejos relacionados con la presencia de las comunidades humanas en todo el mundo y cómo esto ha marcado una alteración considerable en el equilibrio de los ecosistemas, afectando de manera drástica el comportamiento de la vida en la tierra.

El innegable crecimiento de la humanidad y sus asentamientos ha contribuido enormemente a que los ciclos naturales de muchos seres vivos se vean alterados, lo que ha fomentado el desequilibrio ambiental, que al final ha terminado por afectarnos, ya que los cultivos, la pesca, y la ganadería son actividades alimentarias que dependen de este equilibrio.

De ahí que los biólogos se vuelven indispensables en el mantenimiento de los procesos naturales, a través de estudios y proyectos de impacto ambiental, minimizando así los efectos adversos de la acción humana sobre los mismos.

En el ámbito agrícola, por ejemplo, los biólogos pueden intervenir en los procesos de producción de alimento, haciéndolos más eficaces. Pueden colaborar en la generación de las variedades de frutos con las características más deseables, además de programar las  rotaciones de cultivos necesarias para evitar la erosión de los suelos. Asimismo, pueden apoyar en el control de plagas y organismos que afecten las cosechas, aumentando su rendimiento y haciendo prosperar al campo en general. 

Por otro lado, en el sector ganadero, los biólogos se encargan principalmente de la regulación de los procesos que implican el cuidado de los animales de crianza para consumo, verificando factores trascendentales como la alimentación, las enfermedades propias del ganado y el cuidado óptimo de su entorno para potenciar su óptimo desarrollo.

En la pesca, el campo de acción de los biólogos es igualmente importante. Conocer los ciclos reproductivos de las especies más consumidas, así como los cuidados que requieren, son pieza clave del éxito de la reproducción masiva de las especies marinas, lo que ayuda a que el porcentaje de disponibilidad sea constante durante casi todo el año. Por su parte, para las especies que se recolectan directamente en los entornos marinos, la amplia asesoría de los biólogos es indispensable, ya que ellos conocen los pormenores de la cadena biológica y colaboran para minimizar las afectaciones derivadas de la pesca.

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La implicación tan directa del trabajo de los biólogos en los sectores agrícola, pecuario y pesquero, hace que en ellos recaiga una gran responsabilidad, pues derivado de su labor es que la actividad humana pueda ser compatible con la conservación ambiental.

La sustentabilidad alimentaria y el trabajo de los biólogos se encuentran fuertemente ligados, es por ello, que en el Día Nacional del Biólogo se hace un extenso reconocimiento a su labor.