Los quirópteros o mejor conocidos como murciélagos, son mamíferos placentarios. Sus extremidades se desarrollaron como alas y son los únicos mamíferos capaces de volar.
En la cultura popular, generalmente los imaginamos colgados en cuevas oscuras y húmedas con la única intención de chupar nuestra sangre. Sin embargo, el papel que han desempeñado en casi todos los continentes ha sido ecológico; son polinizadores, controlan plagas de forma natural, dispersan semillas, entre otras.
Desempeñan un papel importante en el campo mexicano; son productores de mezcal y tequila. Las plantas de agave y los murciélagos han tenido una relación durante millones de años, dada una característica importante de los agaves: florecen sólo durante la noche.
Así es como el murciélago del agave, Leptonycteris yerbabuenae, mantiene la buena salud de estas plantas, cuidándola de plagas y dispersando sus semillas al alimentarse del néctar de sus flores que se encuentran al final de un tallo de hasta 10 metros de altura.
Actualmente existe una iniciativa, Tequila Interchange Project (TIP) en colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la cual proporciona un sello de nombre bat-friendly, a aquellos productos donde las plantaciones tengan prácticas agrícolas en beneficio de los murciélagos, permitiendo que el 5% del agave florezca de manera natural y así rescatar la diversidad genética.
De acuerdo con el avance al mes de diciembre, publicado por este Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), la producción nacional 2018 de agave fue de 1.6 millones de toneladas, obtenidas en una superficie cosechada de 22 mil hectáreas.
Para mayor información de este o cualquier otro cultivo, te invitamos a que consultes el Anuario Estadístico de la Producción Agrícola, el Avance de Siembras y Cosechas y el Sistema de Información Agroalimentaria de Consulta (SIACON).