Los tacos son la comida mexicana por excelencia por excelencia, y están asociados a la cultura mexicana casi tanto como el maíz y el tequila, sin embargo, hay un elemento que hace que los mexicanos disfrutemos con singular agrado la degustación de una orden de tacos: La salsa.

Las salsas elaboradas con gran variedad de chiles, son las que resaltan los sabores que los tacos llevan en su interior. No importa si son tacos de carnitas, de suadero, de pastor, de birria, de cabeza o de guisado, el acompañamiento ideal siempre es el chile.

Salsa verde, salsa roja, chiles habaneros con cebolla y limón, salsa cruda, salsa de morita, chipotles en escabeche, guacamole, entre muchas otras salsas más, son algunas de las favoritas como acompañamiento de los tacos. Y aunque las salsas actualmente sean sumamente variadas y con sabores bastante exóticos, el ingrediente estrella siempre será el chile.

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El chile y el sabor que lo caracteriza en cualquiera de sus variedades, es algo que no puede faltar en la cultura mexicana, pues forma parte de los elementos representativos de nuestro país en el ámbito gastronómico.

El chile es tan importante que no solo es el acompañamiento principal de los emblemáticos tacos, sino  también es el protagonista en muchos y muy diversos platillos típicos mexicanos, por ejemplo: El mole, los chiles en nogada, los chilaquiles, las rajas poblanas, entre muchos otros más.

Las variedades de chile más conocidas y utilizadas en nuestro país son:

  • Chile verde
  • Chile de árbol
  • Cuaresmeño
  • Chilacas
  • Habanero
  • Morita
  • Guajillo
  • Cascabel
  • Chipotle
  • Manzano

Toda esta variedad de sabores que aporta el chile a la gastronomía mexicana, hace que esta sea reconocida y apreciada a nivel internacional.

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