El Día de la Candelaria es una de las tradiciones más emblemáticas de México, ya que va ligada a la tradicional partida de rosca que se lleva a cabo cada Día de Reyes.

En este caso, en el día de la Candelaria, todos aquellos que tuvieron la suerte de sacar la figurilla del niño en la rosca de reyes, deberán invitar a aquellos con los que convivieron aquel día, unos deliciosos tamales.

Ya sean tamales oaxaqueños, tradicionales, de mole, de salsa verde, de dulce o de rajas, no importa, lo que realmente importa es mantener los lazos de esta bonita tradición, que genera un ambiente de regocijo.

 

Claro está que a los mexicanos nos encantan los tamales, y tener una festividad solo para tener un pretexto para disfrutarlos es absolutamente increíble, pero lo cierto es que esta bella tradición tiene sus orígenes en una fusión del pensamiento religioso indígena y el católico, pues en primera instancia, este día era aprovechado para bendecir las mazorcas que se llevarían a la siembra ese año, y por otro lado, marca la finalización de las festividades navideñas, haciendo una referencia al término de 40 días después del nacimiento del niño Jesús.

El hecho de que se festeje con tamales y no algún otro platillo, es debido a que para la cultura mexicana, la relación que se tiene con los productos de la tierra es muy significativa, pues en la cosmovisión de los antiguos pueblos mesoamericanos, se creía que el hombre se había creado a partir del grano de maíz.

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Por ello, los tamales son considerados una representación de la vida del hombre y la relación con las divinidades. 

De cualquier forma, esta es una bella tradición que nos permite generar lazos afectuosos compartiendo uno de los elementos más característicos de nuestra cultura.

Si deseas consultar información estadística sobre el maíz y otros cultivos, te invitamos a visitar la página del SIAP en su apartado de Producción Agrícola.