El plátano es una de las frutas más populares y que más se consume en el mundo. Se caracteriza por su piel gruesa, de color amarillo (al alcanzar la madurez en las principales variedades) y fácil desprendimiento.
En México se cultivan principalmente ocho variedades que van desde las más grandes como el plátano macho, hasta los más pequeños como el dominico, cuyo peso oscila entre los 100 y 120 gramos. Cabe destacar, que la variedad tabasco es la de mayor consumo.
Los frutos se cortan cuando han alcanzado su completo desarrollo. Para su comercialización se empacan en cajas de cartón con una capacidad entre 12 y 15 kilogramos, y su transportación requiere una temperatura aproximada de 14 °C.
Cabe mencionar que cada tipo de plátano cuenta con un sabor y textura diferente. Asimismo, el color de la piel puede ser amarillo, verdoso o rojizo, dependiendo la variedad.
Existen diferentes formas de consumirlo. Por ejemplo, el plátano macho puede prepararse en platillos dulces y salados, mientras que el tabasco se come crudo y es considerado dulce. Éste último es el de mayor aceptación entre los consumidores.
Los minerales que contiene son potasio, fósforo, zinc y magnesio, y las vitaminas que aporta son A, B1, B2 y C.
De acuerdo con cifras que presenta este Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), la producción nacional de plátano en el año agrícola 2017 superó las 2.2 millones de toneladas. Las entidades que destacaron en producción fueron: Chiapas, Tabasco, Veracruz, Colima y Jalisco.
Chiapas se consolida como el principal estado productor; los plantíos de 37 de sus municipios generaron en conjunto 689 mil toneladas, que representan 30.9% de la producción nacional.
El Atlas Agroalimentario 2012-2018 destaca que México actualmente ocupa el décimo segundo lugar mundial en producción de plátano.
Si deseas más información de éste o cualquier otro producto agrícola, consulta el Anuario Estadístico de la Producción Agrícola y el Sistema de Información Agroalimentaria de Consulta (SIACON).