La dependencia de los hidrocarburos sigue siendo una fuente importante de energéticos en nuestro país, ya que el petróleo no solamente se utiliza para la generación de combustibles, sino también para una infinidad de productos que se han vuelto cotidianos en nuestro día a día. Algunos ejemplos de ello son: Los detergentes, las fibras sintéticas, algunos fertilizantes, e incluso productos como los perfumes y maquillajes.

Sin embargo no siempre en México se tuvo la oportunidad de acceder a los recursos petroleros de forma directa, pues echando un vistazo a la historia, podemos darnos cuenta de que previo al periodo  a la Ley que reglamentaba  el derecho constitucional del gobierno a expropiar empresas y propiedades en beneficio de la nación, la mayoría de los recursos petroleros estaban en manos de industrias estadounidenses e inglesas. Pero no solo eso, sino que también había una franca explotación de los obreros que laboraban para esta industria, ya que carecían de muchos derechos  y beneficios, tales como la cobertura de gastos por accidentes o enfermedades, lo cual era algo muy recurrente en esos tiempos,  tampoco se tenían jornadas fijas y el pago de los salarios era magro y escueto.

Todas esas carencias las expresaron los trabajadores de la industria petroquímica en 1937 llevando a cabo una gran huelga que paralizó todas las actividades del sector petrolero. Sin embargo las empresas mantenían la postura firme para no acceder a estas demandas. Es por ello, que el 1938, El presidente Lázaro Cárdenas emite aplicación directa de la Ley de expropiación.

El impacto de este movimiento político y social, ha tenido una  gran importancia en el desarrollo de nuestro país, ya que gracias a ello en la actualidad, el sector petrolero cuenta con una regulación más específica para dar a los trabajadores las condiciones óptimas para trabajar.