El nopal es el nombre común que reciben las cactáceas del género Opuntia, mientras que la tuna es el fruto que crece en las diferentes especies de nopal tunero que ofrecen una gran variedad de colores, sabores y formas.
Este producto tiene la característica de poseer espinas y una gran cantidad de semillas. Su pulpa es de sabor dulce y agradable. La cáscara también es aprovechable, y en ocasiones se utiliza como alimento para el ganado. El tamaño y color varía según la especie; puede ser verde, púrpura o roja.
Se cosecha manualmente con la ayuda de guantes especiales, una vez que se encuentra en su etapa de maduración. Esta técnica consiste en tomar el fruto por la parte media inferior y dar un giro de 90° para separarlo del nopal.
El consumo de tuna aporta alrededor de 30 kcal, además, es rica en minerales, principalmente en potasio, magnesio, calcio y fósforo.
Se utiliza para elaborar mermeladas, gelatinas, helados, queso de tuna, entre otros.
De acuerdo con el reporte de cierre 2017 publicado por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), esta fruta alcanzó una producción nacional de 470,232 toneladas, lo que representó 1.6% más que lo obtenido en 2016.
El Estado de México, Puebla y Zacatecas fueron las principales entidades productoras en nuestro país; en conjunto generaron un valor de la producción de 1.2 mil millones de pesos.
Para el año agrícola 2018 se espera obtener una producción de 478.5 mil toneladas.
Si deseas conocer más información de éste o cualquier otro producto, te invitamos a que consultes el Anuario Estadístico de la Producción Agrícola, las Monografías de productos agroalimentarios y el Sistema de Información Agroalimentaria de Consulta (SIACON).