El mango en sus diferentes variedades es conocido como el rey de las frutas tropicales y es valorado en todo el mundo, tanto por sus cualidades nutricionales como por su sabor dulce, refrescante y aromático. En las regiones de Asia donde se originó su cultivo, el árbol de mango es considerado sagrado y sus hojas son símbolo de fertilidad y amor.
Han pasado varios siglos desde que los primeros mangos llegaron a nuestras costas occidentales en barcos españoles y su producción ha cobrado gran relevancia en México: actualmente el consumo per cápita de esta fruta es de 11.6 kg y se cultiva en 23 estados de la república, entre los que destacan Guerrero, Sinaloa, Nayarit y Chiapas por su volumen de producción. Además, el mango mexicano se exporta a otros 27 países donde destaca por su excelente sabor, calidad e inocuidad.
Cifras preliminares http://infosiap.siap.gob.mx:8080/agricola_siap_gobmx/ señalan que la producción nacional en 2016 ascendió a 1.91 millones de toneladas, 7.6% superior a lo alcanzado el año previo y representa un volumen histórico récord para esta fruta en nuestro país.
Suele consumirse fresco, ya sea solo o en variadas combinaciones con otras frutas y vegetales; pero también se procesa para hacer diversos productos como mermeladas, jaleas, conservas, salsas, helados, jugos y yogures, entre otros.
El mango mexicano aporta carbohidratos naturales, fibra y potasio; además proporciona una cantidad importante de vitaminas, especialmente A y C y también caroteno, un antioxidante natural. Ésta es la temporada ideal para comprobar sus beneficios porque la mayor cosecha de mango se realiza entre abril y agosto.