La agricultura a lo largo del tiempo ha ido evolucionando, cambiando y adaptándose a los diferentes climas y contextos de todo el mundo, por ello también se ha incorporado al proceso agrícola la tecnología y sus diversos avances.
En la era de la tecnología las aplicaciones controladas a través de dispositivos móviles han aportado una alternativa más para su uso en la agricultura, por ejemplo en los sistemas de riego.
Existen aplicaciones que son capaces de calcular el consumo óptimo de agua de cada tipo de cultivo, considerando factores como el clima, la evaporación del agua, el aprovechamiento de la misma y las necesidades de cada cultivo. Esto ha ayudado enormemente a los pequeños productores que apenas comienzan a conocer el comportamiento y necesidades hídricas de sus cultivos.
La tecnología es básicamente una herramienta que debemos aprender a incorporar en la agricultura, pues nos da la posibilidad de tener control del crecimiento, el riego, el cuidado, el desarrollo y el procesamiento de los productos del campo.
El ejemplo de las aplicaciones móviles que ayudan en el ámbito de riego y optimización del uso del agua, nos brindan un amplio panorama, en el cual la tecnología podría ser la clave para llegar a una práctica agrícola más sustentable y precisa.