Los jardines botánicos son espacios de vida, en donde se exhiben una amplia diversidad de especies vegetales, se brinda enseñanza y en muchos de ellos, se hace investigación que se relaciona con aspectos de genética o de fisiología.

Con una asistencia  anual de 500 millones de personas a estos sitios en todo el mundo, en las últimas décadas, también se le ha otorgado la responsabilidad de la conservación, como un actor más –pero de gran impacto– para atender el problema de la pérdida de la biodiversidad que se registra a nivel global.      

Es por ello, que a iniciativa de la Organización Internacional de Jardines Botánicos (BGCI, por sus siglas en inglés) se estableció el día 28 de abril de cada año, como el Día Internacional de los Jardines Botánicos, a fin de reconocer su contribución en la difusión, pero también, para examinar los retos que enfrentarán en la preservación de las especies vegetales.

Como lo ha señalado la CONABIO “La labor de los jardines botánicos ha sido históricamente muy valiosa. No solo han sido espacios para la protección de especies que pueden estar amenazadas o en peligro de extinción, sino también han operado como lugares para la reproducción de especies de alto valor comercial, llevadas desde sus sitios de origen…”

Pero en esta función adicional, como reservorio para la protección de numerosas plantas ya sean comerciales o silvestres, su papel se vuelve más relevante y adquiere una dimensión especialmente importante, si consideramos los peligros cada vez más apremiantes que enfrenta el universo vegetal. Aquí algunos ejemplos.

De acuerdo al más reciente informe Estado de los Árboles en el Mundo, de la organización Global Tree y BGCI, se estima que de las 58,497 especies de árboles en todo el mundo, alrededor del 30% de las especies están en peligro de extinción, y al menos 142 especies de árboles están registradas como extintas. El informe también indica –después de un trabajo de investigación de cinco años– que por fortuna, más de dos tercios de las especies de árboles en el orbe  están registrados en al menos un área protegida y alrededor de un tercio de las especies de árboles se encuentran en jardines botánicos o bancos de semillas. Sin embargo, se requiere un nuevo enfoque para la planificación, financiación y conservación en éstos espacios.

Asimismo, en 2008 la investigación Plantas para la vida: conservación de plantas medicinales y jardines botánicos, señaló que cerca de cuatrocientas plantas medicinales están en riesgo de extinción, por una sobrerrecolección y por la tala de árboles, lo que amenaza el descubrimiento de futuras curaciones para enfermedades y el uso que hacen de ellas, millones de personas que emplean la medicina tradicional basada en las plantas para el cuidado de su salud.  En esta condición, el trabajo sugiere que los jardines botánicos pueden ser un mecanismo importante para asegurar su conservación, tal como fue su propósito, al establecerse los primeros espacios de este tipo, en Europa durante el siglo XVI, cuando la medicina y la botánica eran esencialmente la misma disciplina.

Por otra parte, está el comercio ilegal e invisible que se está haciendo de plantas silvestres y de las sustancias que contienen. El trabajo de la FAO, Evaluación de riesgos y oportunidades de comercio de ingredientes de plantas silvestres, ha puesto énfasis en el hecho de que el valor de la demanda de ingredientes de plantas silvestres ha crecido en más del 75 por ciento en las últimas dos décadas. Como resultado, miles de especies explotadas están en riesgo por la combinación de sobreexplotación y pérdida de hábitat. Del 21 por ciento de las plantas aromáticas y medicinales cuyo estado de amenaza fue evaluado por la FAO, se concluyó que 9 por ciento de éstas se encuentra en peligro de extinción.

Tampoco podemos olvidar, que las plantas silvestres brindan una diversidad genética importante que necesitan los mejoradores y científicos para desarrollar una amplia gama de adaptaciones de plantas de cultivo, que contribuyen para la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria.

Nuestro país tiene una gran tradición en Jardines Botánicos, misma que se remonta a tiempos precolombinos. Recordemos que el de Texcoco construido por Nezahualcóyotl y el de Oaxtepec cuya edificación fue dispuesta por Moctezuma, son considerados como los dos primeros jardines botánicos de América.

En la actualidad y conforme a la lista que ofrece la Asociación Mexicana de Jardines Botánicos en su sitio web, existen 43 jardines botánicos a lo largo del país, cuyo valor es único, teniendo en cuenta la variedad y diversidad que cada uno de ellos contiene.

En este Día Internacional de los Jardines Botánicos, es primordial tener en cuenta, que no menos de un tercio de las especies de plantas conocidas se mantienen como colecciones vivas en estos espacios. Por lo que, la comunidad de jardines botánicos sirve como una importante red global ex situ, que apoya la conservación e investigación de plantas en todo el mundo.  Favorecer su desarrollo y apoyarlos, es necesario si queremos mantener la diversidad biológica de nuestro planeta.

¡Una felicitación por el esfuerzo que realizan!

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