La gladiola recibe su nombre del latín gladiolus, que significa “espada”, haciendo alusión a la forma de sus hojas; también se refiere a que fue usada como símbolo de victoria ya que en la época de los romanos, éstas se entregaban a los gladiadores vencedores.

Pertenece a la familia Iridaceae, desarrollándose a partir de un tallo subterráneo llamado “cormo”; se caracteriza por su inflorescencia en espiga.

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Las variedades se seleccionan con base en el color que se desee producir. Cabe mencionar que la gladiola de color rojo es la de mayor demanda en el mercado, para ello se cultivan las variedades Traderhorn y Red Beauty. Para producir ­flores de color blanco, se utiliza la Amsterdam. Si se desea obtener fl­ores de color amarillo, las adecuadas son las Jester y Jester Gold.

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Se dice que esta flor simboliza la fuerza e integridad, pero también la infatuación; metafóricamente hablando, es cómo el amor atraviesa el corazón como una espada.

Uno de los regalos más deseados y que es bien recibido son las flores. Y para demostrar el amor, no hay nada mejor como obsequiar gladiolas.

El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) le ofrece información referente a la producción preliminar del año agrícola 2017. Para el caso de la gladiola, el volumen obtenido  fue de 5.1 millones de gruesas*, 5.1% más que en 2016. El estado de Puebla se consolida como el principal productor nacional, con 43.3% del total.

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Se espera que la Intención de Siembra de esta flor para el año agrícola 2018 cubra una superficie de 4.8 mil hectáreas, con una producción por obtener de 5.6 millones de gruesas; 11.0% arriba de lo logrado en 2017.

Si desea conocer más información, consulte el Avance de Siembras y Cosechas, el Anuario Estadístico de la Producción Agrícola, la Intención de Siembra y las Monografías de productos agroalimentarios mexicanos.

*Gruesa = 144 tallos.