La familia de las cucurbitáceas es tan amplia como variada, su domesticación ha sido una pieza clave en el desarrollo de la agricultura, pues forman parte de los frutos que conforman las hortalizas como las calabazas, las sandías, los melones y los pepinos.

Estos dos últimos son muy parecidos entre sí a nivel genético, pues derivan de la misma especie llamada cucumis, por ello, comparten ciertas características como el tipo de  semillas, su carácter fresco y su composición acuosa, sin embargo, también difieren en forma, en sabor y en la manera en la que son cultivados.

De hecho hay investigaciones genéticas que indican que rastreando el origen de ambas plantas, se ha determinado que el melón y el pepino podrían haber tenido un "ancestro" en común, del cual derivaron cambios que permitieron que evolucionaran de diferente forma,  convirtiéndose en dos productos distintos derivados de la misma raíz.

Esto también coincide con los datos que indican que el cultivo del pepino se ha dado desde hace más de 3000 años, se estima también que pudo ser una de las primeras plantas en ser domesticada, lo cual hace que su historia y la de la agricultura se vean íntimamente ligadas. Y aunque del melón no se han encontrado alusiones específicas en textos antiguos, la investigación genética indica la relación tan estrecha que tienen estos dos cultivos.

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Es interesante averiguar la historia de los cultivos comunes hoy en día, ya que podemos averiguar datos tan interesantes como estos.

Te invitamos a consultar la página del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, en donde podrás encontrar información estadística de frutos y hortalizas como el pepino y el melón.