En la actualidad, la palabra pesebre se utiliza comúnmente para describir el lugar o recipiente donde comen los animales, el cual es elaborado de diferentes materiales y puede variar en tamaño y forma de acuerdo con las necesidades de la explotación ganadera.
Sin embargo, en México y en varias partes del mundo, el pesebre representa el centro y corazón de los nacimientos; una costumbre y tradición de la Navidad. Se considera a San Francisco de Asís como el creador, cuando en 1223 revivió el recuerdo del nacimiento de Jesús con personas y animales vivos, para que todos los pobladores pudieran vivirlo y comprender mejor su significado.
Esta tradición se ha extendido por casi todo el mundo desde el siglo XVI y con mucho cariño y dedicación, año con año se adornan en buena parte de los hogares de las familias mexicanas.
Se pueden encontrar nacimientos de diferentes materiales, siendo los más comunes los de madera, barro, cerámica, plástico e incluso, cerámica.}
Los personajes que no pueden faltar son: el niño Jesús, María, José, buey y mula, ángeles, Reyes Magos, pastores y el rebaño, sin olvidar al diablo y sus “tentaciones”.
Sumado a esto, la decoración puede variar desde el tamaño de las figuras, luces navideñas, pinos, hasta la escenografía, simulando ríos y puentes.
El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) te recuerda que no existen límites para la imaginación en lo que se refiere a la decoración de Navidad, sin importar el resultado. El SIAP te desea que en esta época resalten los buenos deseos, el amor y la fraternidad.